Edición: Seleer, 2012Páginas: 186ISBN: 9788415615880Precio: 18,00€ Un grupo de
personajes cultos y extravagantes, una atmósfera inspirada en el humor inglés
de la literatura británica tradicional y el choque de este particular microcosmos
con el mundo exterior son los ingredientes principales de Gentes del Club, una recopilación de relatos que tienen en común el hecho de contar las peripecias de
los socios de este club, el Club Knut, a partir de las charlas de su secretario
con los miembros.El autor,
Fernando García Pañeda (Bilbao, 1964), es licenciado en Derecho y compagina su
trabajo de funcionario técnico con la escritura. Empezó su recorrido en este ámbito con la
publicación de diversos relatos breves, y además ha publicado las novelas Viento de guerra (2002; reeditada con el
título de Las lágrimas de Eurídice en
2007) y Tres Gymnopedias (2008). Gentes del Club (2012) es su tercer
libro, y podéis saber más sobre él en el blog dedicado especialmente a la obra.Entrando en
materia, el planteamiento de Gentes del
Club resulta atractivo en el sentido de que presenta a una serie de personas peculiares, en un ambiente British y con sentido del humor, cualidades
que a menudo suelen ganarse el favor de los lectores. No
obstante, en mi opinión los relatos pierden todo su interés por los problemas
de la narración: se intenta imitar el lenguaje de otra época, con palabras que actualmente
se encuentran en desuso, un exceso de adjetivos (en ocasiones mal utilizados) y
expresiones que no suenan naturales en un texto escrito en el siglo XXI. Por lo
demás, el estilo es muy sencillo, con las oraciones construidas de una forma
bastante simple y diálogos escuetos y llanos.Comprendo
que la intención del autor era precisamente aproximarse a un contexto
particular del pasado, pero a mi parecer peca
de intentar engrandecer una prosa sencilla con palabras arcaicas y rimbombantes,
lo que da como resultado un estilo un tanto forzado e incómodo de leer. Hay
maneras y maneras de imitar las voces de otros tiempos, y desde mi punto de
vista la que se utiliza aquí no es la más adecuada.El contenido
de los relatos tampoco está demasiado logrado. Hay un total de once y en
general consisten en una escena en la que un personaje recuerda un episodio
concreto de su vida, que puede estar relacionado con un deporte, con el
servicio militar o con una anécdota familiar, entre otros muchos temas. Todos están conectados
entre ellos por el narrador en común e incluyen frases de transición de uno a otro
en la introducción y la conclusión de cada texto; en este aspecto, la estructura está cuidada.A pesar de que la
intención es buena y se nota que el autor sabe en qué se quiere centrar en cada
pieza, en general los relatos me han
parecido sosos: describen bastante el planteamiento, cuentan más que
muestran, recrean escenas bastante pobres y, en conjunto, me recuerdan más a un
fragmento de una novela que a un relato al uso con su esbozo, nudo y desenlace.
Además, he echado de menos más fuerza en la narración; tengo la sensación de
que todas las historias se narran con el mismo tono anodino. Tampoco me he
creído el sentido del humor que se les quiere dar.Los
personajes van en esta línea; después de terminar el libro soy incapaz de
explicar rasgos particulares de ellos. Entiendo que en un relato no se tiene la
intención de profundizar en ellos como en una obra más extensa, pero me ha faltado más viveza en los diálogos,
más detalles que plasmen el carácter del protagonista de cada historia; solo me
he quedado con la idea de que todos tienen nombres de abolengo. Con la voz del
narrador, el secretario del club, ocurre lo mismo: me ha resultado monótona y
sin nada especial, siempre utiliza el mismo tono aunque las anécdotas sean
bastante diferentes. Creo que se le podría haber dado más emoción.
Fernando García Pañeda
Por otro
lado, el libro empieza con un prólogo que sirve de presentación del club, pero carece
de un final marcado (termina con un relato más). A modo de sugerencia, pienso
que habría estado bien cerrar la obra con un capítulo especial que por ejemplo
contuviese referencias a los demás relatos o bien dejara caer la promesa de
continuar las historias del club en un segundo volumen. Pienso que este tipo de
detalles ayudan a acabar de redondear el resultado y siempre son un punto a
favor de la obra.En
conclusión, Gentes del Club me ha
parecido un libro con bastantes
carencias en todos los aspectos. Tiene un buen planteamiento y la
influencia de la literatura inglesa clásica podría jugar a su favor a la hora
de conseguir captar el interés de los lectores; no obstante, considero que no logra llevar a cabo con éxito todos sus propósitos y se podría haber pulido
más. Personalmente, no es el primer título que recomendaría, pero la elección
de leerlo o no os pertenece solo a vosotros.