El mercado del litio esta dominado por un “reducido número de corporaciones asociadas a las mismas compañías demandantes del Litio. Se estima que solo cuatro empresas producen más del 80% del litio mundial (Albemarle, FMC, SQM y Tianqi), mientras que una decena concentra el 90% del mercado de baterías (entre ellas, LG Chem, Panasonic y Samsung SDI)” [1]. Sin embargo, no existen estudios sobre las subsidiarias, asociaciones y vínculos ocultos de estas empresas en el Triangulo del litio. Solo existen datos fragmentarios respecto a, por ejemplo, la participación de empresas “chilenas” en la explotación del litio en Argentina. Se desconoce a los accionistas de las diferentes empresas y cuales de ellas operan bajo diferentes fachadas o en “trust” camuflado. Ni el periodismo ni los estados del “triangulo del litio” parecen interesados en ello, a pesar de que geopolíticamente es vital conocer su entramado . Bolivia perdió el Litoral por los intereses de empresas anglo-chilenas sobre el salitre y la historia de América Latina esta plagada de similares ejemplos. No es “así no mas” que todos guarden silencio…
Según un informe Ministerial de Argentina de 2017, “la tonelada de carbonato de litio tuvo un alza de 48,02%, al pasar de un promedio de 5.050 USD en 2014 a 7.475 USD en 2016, con picos en el segundo semestre del 2017 que superaron los 9.000 USD”, pero otro análisis elaborado por el Instituto del Cobre de Chile, de diciembre de 2017, advierte que “existen riesgos que podrían provocar caídas en su precio en el 2019-2020”[]. Se cuenta con otros informes provenientes del Norte que indican lo mismo, sin embargo no existe ninguna información ,aparte de la chilena, que provenga del Triangulo sobre este tema. Así mismo, se sabe que las empresas dedicadas a la extracción del litio tienen dificultades enormes para acceder a créditos, debido a la desconfianza de la banca internacional respecto a la explotacion del litio. Por otro lado, aun se desconocen muchas cuestiones de gran importancia para los países del “Triangulo” como: “¿Cuáles son las técnicas extractivas más eficaces y sustentables? ¿Qué riesgos implica su extracción para el ambiente y las comunidades en las que se encuentra? (En Chile existen graves problemas por diversas infracciones de las mineras )¿Quién controla el recurso y define cómo se procesa y se comercializa en los países del “Triangulo”[2] ?
Se “entiende” el apagón informativo en Argentina y Chile por su condición neoliberal de meros puntos de extracción del litio para las transnacionales, pero ¿Porque en Bolivia no se hace un seguimiento de estas cuestiones, que solo afloran por aquí y por allá en la prensa internacional?
Existen muchas preguntas sin respuesta sobre un tema que sera fundamental para el desarrollo de tres países que comparten las mayores reservas de litio del mundo en una misma zona, peligrosamente cercana de sus respectivas fronteras… El ingenuo que crea que “ya no hay invasiones” debería leer un poco sobre la anexión de Crimea o sobre la guerra de Siria. Desgraciadamente, según el especialista norteamericano en geopolitica Andrew Korybko, Bolivia reúne condiciones únicas para ser convertido en un campo de guerra híbrida, donde necesariamente tendrían un papel fundamental Argentina y Chile que no solamente están bajo el dominio de las transnacionales del litio sino que albergan bases norteamericanas.
Por ello es tan importante que nuestro país tenga un especial cuidado en la inteligencia estratégica respecto a esta cuestión , considerando ademas la diferencia de los modelos de economía entre los tres países del Triangulo y la alianza de Chile con los Estados Unidos, aunada a las renovadas relaciones de Argentina con el país del Norte. (“Regreso al Mundo” )
Si, “a diferencia del cobre y otros metales, el litio no se cotiza en Bolsa, porque su precio es resultado de negociaciones entre productores y consumidores” [], ¿porque los tres países, a pesar de sus diferencias de modelo, no tienen ningún foro, ningún planteamiento respecto a un tema sobre el cual tienen prácticamente el control? En la OPEP hay muchos países, unos mas influyentes que los otros. Aquí son tres y son hermanos.
Como las otras preguntas mencionadas, resulta tanto “mas curioso” el no saber que es lo que pasa con el misterioso litio…
¿El litio en su laberinto triangular, o un triangulo en el polígono de tiro?
“No es una casualidad que en 2010 la Unión Europea haya inscrito al litio dentro de la lista de los 40 minerales que considera “críticos”, dispuesta a “asegurarse” su abastecimiento”.[3]
Bolivia, 15 de Julio de 2018.
NOTAS
La ausencia de estrategia regional
“A pesar de la extensa trayectoria recorrida por Argentina, Bolivia y Chile en el desarrollo de sus grandes reservas de litio, no existe hasta el momento ningún tipo de coordinación oficial para la elaboración de lineamientos estratégicos de alcance regional. Sin embargo, desde 2013, intelectuales y protagonistas sociales de distintas nacionalidades, impulsan una red temática comprometida con la defensa de la soberanía nacional” [4].
El “monopolio” historico del litio en Argentina y Chile
“Según el Servicio Geológico de EEUU (USGS), sólo dos operaciones de litio radicadas en el salar de Atacama de Chile, a cargo de SQM y Albemarle, y una en el salar del Hombre Muerto en Argentina, a nombre de FMC Lithium Corp., explican desde hace más de 15 años alrededor del 50% de la oferta global de litio y más del 80% de la producción de litio a partir de salmueras (más de 100.000 toneladas de CLE en 2017). Tanto los proyectos de Chile como de Argentina, fueron desarrollados originalmente con participación de empresas estatales y luego privatizados durante las décadas de 1980 y 1990. En la actualidad, las tres empresas transnacionales, junto a las nuevas corporaciones extractivas, automotrices y financieras que buscan participar del creciente mercado, presionan por expandir su producción o acceder a nuevos yacimientos, reeditando en cada caso las tradicionales promesas incumplidas del desarrollo local”.
El caso de Bolivia
“Bolivia impulsa un novedoso plan nacional de industrialización, sobre la base de la reserva fiscal sobre todos los salares y la creación de una empresa 100% estatal, única habilitada por el código de minería para la exploración y explotación de los recursos evaporíticos. A diez años de la inauguración de las primeras plantas piloto sobre el Salar de Uyuni, y tras un extenso y dificultoso proceso de aprendizaje en la práctica, la flamante YLB acaba de contratar la construcción de las plantas industriales de potasio y litio (previstas para 2018 y 2019), mientras elabora un complejo contrato de inversión productiva, inédito en la región, con la empresa alemana ACI Sistems, para la instalación de una fábrica de baterías de litio y materiales catódicos, capaz de abastecer la totalidad del mercado europeo”. [5]
Para conocer mas en detalle la experiencia boliviana ver: “Industrialización del litio en Bolivia: un enfoque de innovación”
El caso de Chile
Para entender los problemas que atraviesa Chile en torno al litio desde una perspectiva política y social ver : “La encrucijada de Chile”