Fue la película La invención de Hugo dirigida por Martin Scorsese y, más tarde el libro del que se había adaptado, La invención de Hugo Cabret del escritor e ilustrador Brian Selznick quiénes me mostraron a George Méliès. Antes lo único que sabía era que fue uno de los hombres que inició el cine tal y como lo conocemos ahora. Sin embargo, gracias a la película y al libro pudo ver que detrás de ese nombre se encontraba una persona excepcional.
Así que cuando me enteré de la existencia de la exposición George Méliès. La magia del cine, en el CaixaForum de Barcelona, supe que tenía que visitarla como fuera. Casi me la pierdo porque lamentablemente finaliza el próximo lunes 24 de junio. Me hubiera gastado haber ido antes, sin
Dicen que George Méliès fue el primer mago del cine y después de haber recorrido la exposición no puedo estar más de acuerdo. Por los pasillos se explica cuáles fueron las raíces culturales, estéticas y técnicas de Méliès, así que como los orígenes del cine: sombras animadas, ilusionismo, linterna mágica y fantasía, entre muchos otros elementos. Méliès tuvo acceso a los inventos que por aquella época comenzaban a nacer sobre la fotografía, como por ejemplo, artilugios de los hermanos Lumière.
Desde sus primeros ideas pasando por los inventos que surgieron de ellos hasta su gran obra reconocida, Viaje a la luna. No sólo se encuentran en la exposición aparatos cinematográficos la mar de curiosos, objetos únicos utilizados en sus películas. Todos los objetos expuestos pertenecen a la Cinéthèque Française, la organización que dispone de la colección de Georges Méliès, así como de los inicios del cine. Parada obligatoria en las proyecciones de algunas de sus películas que la exposición muestra para todo aquel que se detenga unos minutos. Si aún no habéis visto Viaje a la luna, allí mismo tendréis la oportunidad de sentaros y disfrutad de esa magia maravillosa.
George Méliès ha sido esencial para entender la evolución de la historia del cine y se agradecen este tipo de homenajes a su persona. Ya lo he dicho un par de párrafos más arriba, mientras recorría la exposición no podía dejar de pensar que estaba ante el recuerdo de un mago, porque para mí, es lo que fue realmente.