La noche más calurosa en Madrid de los últimos años nos ofrecía un respiro en el entorno del Jardín Botánico Alfonso XIII con doble ración de rock and roll. De primero los ya establecidos Vintage Trouble y para terminar el veterano bluesrocker norteamericano George Thorogood con sus acompañantes habituales, The Destroyers. Una velada de confirmaciones y decepciones en clave blues rock .
La aparición de Ty Taylor, vocalista de Vintage Trouble, no fue la mejor de su vida, con pinta de cansado y moviéndose lentamente. Apostamos a que acababa de levantarse de la siesta, porque 10 minutos más tarde se convirtió en el animal de escenario que todos conocemos. Esa reencarnación de James Brown con sus saltos, giros, paseos entre el público y posturas imposibles con el pie de micro para regocijo de los fotógrafos.
Presentaron su disco de 2021 'Juke Joint Gems', del que ofrecieron casi la mitad de sus cortes como la inspirada en Ray Charles 'Lo and Behold' o el diamante soul de 'The World's Gonna Have to Take A Turn Around'. "Lo más importante es el amor y estar junto a la gente que quieres", aportó Taylor antes de interpretarla sentados en la tarima de la batería, añadiendo intimidad y verdad a su propuesta.
No fue la única buena noticia soul de la velada. Tal y como relató el orgulloso frontman, su composición de 2018 'My Whole World Stopped Without You' fue grabada por The Temptations para su disco de 60 aniversario que ha sido editado hace poco. Una balada con regusto añejo que derrite corazones y nos muestra, una vez más, la versatilidad absoluta de un cantante que cambia de tesitura y de registro como le viene en gana.
Al cuarteto conocido por todos los aficionados se sumó en esta ocasión la corista Tawny Dolley, que aportó detalles y matices a unos temas ya muy rodados, como esas tres bombas de baile masivo que son 'Blues Hand Me Down', 'Run Like The River' y 'Pelvis Pusher', esta última con su divertidísimo vídeo de fondo. Qué alegría más grande volver a ver a una formación que se crece en directo con u no de los líderes más carismáticos del panorama, ya lo resumió él a la perfección: "Qué gran noche para estar sudados juntos".
GEORGE THOROGOOD
Esperábamos con impaciencia la visita de George Thorogood, segunda a Madrid tras la que realizó en julio de 2013 en La Riviera. En su primera venida arrolló con todo, en esta ocasión el saldo es agridulce. Tras una presentación digna de rock star, planteó con 'Rock party' lo que sería su trabajo durante el resto de la noche: rock sencillo, canciones largas y solos a tutiplén.
Para tener 72 años está en un estado de forma envidiable y sabe perfectamente lo que el público quiere de él. Se pasea con chulería, peina su aún generosa mata de pelo, pone morritos y da mucha charla, incluso chapurreando algo de español. Recorrió la historia del rock americano, desde 'Who do you Love?' de Bo Diddley a 'Shot Down' de The Sonics, todas ellas pasadas por el filtro apisonador marca de la casa.
GT amenazó con tocar "nasty and bad things" y dejó claras sus temáticas. Estudios apasionados sobre las bebidas espirituosas ('I Drink Alone', 'One Bourbon, One Scotch, One Beer' y 'Tequila' de propina), y mucha rebeldía adolescente en 'Get a Haircut' o el tremebundo blues que es ' Bad to the Bone '. Mientras tanto aconseja: "Don't drink and drive" y opina sobre su propia música "¡¡This is rock and roll!!".
Pasadas las 12 de la noche y aún con 35º de temperatura el concierto terminó con el rock vigoroso de 'Move it on Over' -originalmente del artista country Hank Williams- y 'Born to be Bad', reincidiendo en angustias escolares. Quizás las expectativas estaban muy altas o puede que casi una década no haya pasado en balde, pero una formación otrora peligrosa sonó inofensiva, sin apenas pegada ni convicción alguna.