George Town, una ciudad vibrante y repleta de edificios coloniales, fue introducida con todo el merecimiento en el listado de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Y es que sólo bastó un pequeño paseo por el amplio centro histórico de George Town para darnos cuenta de que íbamos a disfrutar muchísimo durante las horas que aún disponíamos antes de volver a embarcar en el Volendam. El taxista nos había dejado en mitad del enjambre de centros comerciales que se han multiplicado en la zona más moderna de George Town, pero en realidad a unos pocos minutos andando del centro histórico. Ahí nos despedimos de la alemana de Berlín y su marido de Mallorca con los que habíamos compartido los gastos de casi seis horas de taxi. Ellos se iban a comer una de las sopas asiáticas picantes que tanto les entusiasmaba y luego hacer unas compras en los centros comerciales. Nosotros por nuestra parte estábamos deseosos de conocer el patrimonio de George Town, y justo ahí comenzamos la visita, en el edificio inmaculadamente blanco del centro de interpretación de "George Town World Heritage".
Resulta muy común en muchas ciudades de Asia encontrarse con hoteles que son parte de la historia colonial de las regiones donde se alzan, establecimientos con una personalidad muy marcada que va mucho más allá de los lujos o comodidades que puedan ofrecer. Ocurre en ciudades como Hong Kong con su Hotel Península, o en Singapur con su afamado Raffles, o el Strand en la ciudad de Yangón, y esos sólo por poner un ejemplo. Pues resulta que George Town también posee el suyo, el Armenian Street Heritage Hotel. Uno de esos hoteles con algo más.
Paseando por sus bellas calles nos tropezamos con el fantástico Templo Yap. Un templo construido por la comunidad china de la ciudad al gusto suyo, es decir, con colorido, estatuas y dragones y montañas de incienso. Un lugar tranquilo donde reposar brevemente del ajetreo de las estrechas calles y darnos una tregua del implacable sol de Malasia.
Pero sin duda, y como creo haber comentado anteriormente, lo mejor de esta preciosa ciudad es callejear, perderse por sus rincones que los tiene y a cientos, conversar con los vendedores mientras entablamos un duro regateo sobre los pantalones que nos interesan, esbozar una sonrisa al anciano de la bicicleta, ser testigo de sus quehaceres diarios por unos instantes. Son los pasajes, los recuerdos más valiosos y las mejores instantáneas que nos hemos traído a casa.....sin duda.
Algunos comercios ofertaban lo inimaginable bajo sus precarios techos de chapa.
Uno de los entretenimientos mientras se pasea por las calles de George Town es jugar a encontrar algunas de las expresiones artísticas que hay repartidas por sus calles. Hay tres que son famosas e iconos de la ciudad George Town, y tal es así, que yo me compré una camiseta preciosa con tres de sus expresiones más famosas. Nosotros sólo fuimos capaces de descubrir dos de ellas que corresponden con estas fotografías. Pero ahora las tengo presentes cada vez que visto la llamativa camiseta amarilla.
Para ser un país mayoritariamente musulmán, muchas de sus mezquitas pasan bastante desapercibidas. Con pequeños minaretes que apenas superan la altura de las edificaciones contiguas, pero poseen una gran belleza. Y más específicamente, el Nagore Durgha Sheriff, o simplemente el Santuario Nagore que aparece retratado en la imagen de abajo, es un santuario de un santo musulmán que fue construido alrededor del año 1800. Su mayor curiosidad es que daba servicio a un grupo étnico de comerciantes musulmanes del sur de la India. Este santo posee una gran cantidad de seguidores en los países musulmanes del sudeste asiático, y a pesar de mis intentos de bucear en la red y entender donde encaja esta rama de los musulmanes dentro del Islam, aún no he tenido demasiado éxito.
Una típica carnicería de George Town
Un paseo por las callejuelas de Little India es como darse un baño de color y aromas. El bullicio y la animación resultaba increíble, y hasta la música al estilo de Bollywood resonaba estruendosa a lo largo de sus calles por medio de enormes bafles que algunas tiendas utilizaban como reclamo comercial, o simplemente para dar "ambiente". Este pequeño barrio está incrustado en medio del Barrio Chino de George Town.
El barrio chino es una de las atracciones de George Town. Con sus numerosos farolillos rojos y los numerosos bajos que albergan tiendas de artesanía tradicional, sus calles rezuman vida y animación en cada rincón. En cada esquina y en cada cruce de calles se puede encontrar un restaurante donde comer alguna delicia local, muchos de ellos con una salubridad cuestionable.
La George Town más monumental la dejamos para el final. En esta parte de la ciudad se pueden encontrar los edificios más imponentes herencia de la época colonial, y que gracias al impulso dado por el reconocimiento por parte de la UNESCO como ciudad patrimonio lucen esplendorosos y perfectamente restaurados. El ayuntamiento está emplazado frente al campo histórico de Padang Kota, la explanada donde se celebran eventos y festivales, o simplemente se aprovecha la enorme campa de césped para jugar al fútbol o descansar a la sombra de sus frondosos árboles. La arquitectura victoriana del edificio resulta realmente bella.
La Iglesia de St George tiene una arquitectura sencilla y parte de estilo griego. Es también la iglesia anglicana más antigua de todo el sudeste asiático. En los jardines de la iglesia hay un templo griego levantado como monumento a Sir Francis Light, fundador de la colonia de Penang.
El memorial de la Torre del Reloj se levantó para conmemorar el jubileo de la Reina Victoria por sus 60 años de reinado. Con 60 pies de altura cada pie representa un año de reinado. Pudimos leer un dato curioso sobre la torre y es que debido a las bombas que cayeron en la II Guerra Mundial ésta se inclina ligeramente hacia un lado.
Dejamos para el final la visita al Fuerte Cornwallis al estar muy cerca del puerto y del muelle donde estaba atracado el Volendam. Es la fortificación de mayor tamaño de toda Malasia y tiene una peculiar forma como en estrella, además de ser posiblemente la construcción más antigua de Penang. Esta muy cerca de la Torre del Reloj y de la Esplanade, aunque en su interior apenas se puede ver unos cañones de época, áreas de almacenamiento de munición, celdas y una exposición acerca de la historia de George Town.
Zarpando de Penang, la estampa que nos ofrecía la ciudad de George Town fue maravillosa. El sol quería aparecer bajo el manto de nubes que cubría las colinas de Penang y sobre la silueta de la ciudad destacaba la torre Penang Komtar con 65 plantas de altura.
Tras dejar atrás George Town, seguramente una de las ciudades más hermosas de Malasia, continuamos navegando con un mar en calma total a través del Mar de Andamán. Al día siguiente nos esperaba la Isla de Phuket en Tailandia.