El artículo Geralt de Rivia y la amenaza del imperativo es propiedad de Carmelo Beltrán.
La saga Geralt de Rivia es una serie de historias que me han dejado emociones bastante contrapuestas. Hasta este momento he leído únicamente los dos primeros volúmenes y han existido momentos en los que me enganchaba a ultranza mientras que en otros me moría de aburrimiento. No obstante, ya me habéis comentado en más de una ocasión que lo verdaderamente bueno arranca en el tercero, así que os haré caso y continuaré. Sin embargo, hoy no estamos aquí para hablar de su historia. Si os interesa mi opinión os remito a la reseña que publiqué hace unos meses sobre su segunda. Hoy toca abarcar un tema muy distinto y un poco random.
Geralt de Rivia y la amenaza del imperativo
Tengo que deciros una cosa. Leer la saga Geralt de Rivia me saca de quicio. Antes de que cualquiera de vosotros se eche las manos a la cabeza y me preguntéis que cómo es posible que me suceda esto con una de las sagas de literatura fantástica más importante de todos los tiempos, dejad que me explique. No me matéis todavía, por favor.
No es la trama lo que me pone nervioso, que a veces también, pero no es el centro de este razonamiento. Son dos elementos que cada vez que los aprecio me escuecen los ojos (metafóricamente hablando) y pienso que cómo es posible que una obra de tanto renombre y presupuesto pueda haber pasado por alto estos puntos.
La amenaza del infinitivo para Geralt de Rivia
Lo he comentado en alguna ocasión, pero somos tantos ya en el canal que no viene mal recordarlo. Yo soy corrector ortotipográfico. Sí, de esas personas obsesionadas con la gramática, la ortografía y con que los signos se utilicen de forma correcta. Bueno, lo era, pues entre lo que cuesta la cuota de autónomo y el hecho de que me dedico al mundo del marketing y no tendría tiempo para compaginarlo, acabó siendo una etapa pasada.
No obstante, los años ejerciendo como tal han sido suficientes para perder la cabeza. Me fijo en todo de una manera excesiva. Da igual dónde exista una falta de ortografía que yo tengo que señalarlo y hay una amiga que cada vez que le digo que es laísta tiene ganas de matarme.
No puedo más que pedir perdón, por nosotros nos alimentamos de la sangre de esos errores que otros cometen cuando se les van los dedos. Cuanto más invisibles seamos, mejor, pues implica que se ha realizado de una forma más correcta nuestro trabajo, que consiste en lograr que el autor se luzca todavía más.
En este sentido, y con la realidad apreciada en el trabajo de Alamut, no sé cómo es posible que un traductor y un corrector del nivel que tendrán en dicha entidad haya cometido un error tan garrafal en su obra. Es un error común a la hora de hablar, esto es cierto, pero no se puede permitir en una novela. ¡Usan el infinitivo con carácter de imperativo! ¿Qué brujería es esta? ¡Tenemos que recordar que termina en D!
El caso es que en todas las novelas que he leído de la saga Geralt de Rivia están mal escritos los imperativos. Se utiliza el infinitivo como tal y es algo que carece de sentido. En un proyecto tan ambicioso como es este se pueden colar errores, como en toda obra ocurre, pero algo tan flagrante y de características tan evidentes es bastante preocupante. ¡Que ha pasado como mínimo un traductor, un corrector y un editor! Me preocupa esta sombra de dejadez.
Conclusiones sobre Geralt de Rivia y la amenaza del imperativo
La verdad es que tenía muchas ganas de escribir este artículo. Me lo planteé el año pasado y ya iba siendo hora de que viera la luz. Creo que es interesante y tomarse las situaciones en clave de humor nos permiten ser más felices.
¿Vosotros habéis tenido alguna experiencia semejante a la que acabo de narrar? Si es así, por favor, dejarlo en los comentarios, que estaré encantado de leerlo y compartirlo.
El artículo Geralt de Rivia y la amenaza del imperativo es propiedad de Carmelo Beltrán.