Antes de empezar a germinar las fresas es conveniente hacer un proceso llamado estratificación. Este proceso explicado muy breve, consistiría en simular un ambiente propicio para que la semilla despierte del letargo y germine. Para ello añadiremos las semillas un mínimo de una semana en la nevera. Al sacar las semillas del frío, creerán que llegó la primavera y estarán dispuestas a su germinación.Usaremos fresas de buena calidad. Que sean sanas, grandes y buen aspecto y maduras.Damos por hecho que tuvimos las fresas en la nevera una semana y seguimos. Cortamos la piel en tiras e incorporamos las titas en una batidora. Añadimos agua y batimos. Colamos el resultado y nos quedarán unas semillas muy diminutas. Podemos usar papel de servilleta absorbente para el secado. Un par de días después las vamos sacando de la servilleta y podemos guardarles en un sobre hermético hasta su uso.Si queremos germinarlas en este momento, primero preparamos una tierra cuyo PH oscile entre 5,5 a 7. El PH optimo es 6.Usaremos un plantel donde añadimos turba con el PH apropiado e incorporamos perlita y si tenemos a mano, fibra de coco. Llenamos el plantel y añadimos una semilla o dos por cada celda (por si falla una). Cubrimos levemente con turba y humedecemos el plantel. A partir de aquí mantendremos húmeda la tierra hasta su germinación, que puede tardar unos 30 días. Cubrimos el plantel con un plástico para que deje pasar el calor del sol. Cuando germinen si observamos que germina más de una semilla por celda arrancamos las sobrantes.Cuando han crecido lo suficiente las trasplantamos a un macetero grande o cualquier recipiente apropiado. Dejaremos las plantas a resguardo del vientos fuertes y sol excesivo. Las fresas requieren humedad constante, así que vigilamos que no se seque la tierra. Os dejo el vídeo para que sigáis los pasos. Si os ha gustado esta receta os animamos a que os suscribáis a nuestro blog.