Amigos y seguidores, éste post pretende ser el colofón a una temporada difícil para todos, donde he tratado de poner sobre la mesa aspectos que entendía claves en la Gestión de la Crisis y la Adversidad: términos como CONFIANZA, COMPROMISO, TRABAJO EN EQUIPO.… en definitiva la creación de un clima de trabajo donde las personas tengan su espacio para crear y para cuestionar formas de hacer, para explorar nuevos caminos, han sido el eje de mis reflexiones porque he creído y sigo creyendo, son esenciales para quienes quieren salir airosos y reforzados de esta situación . He puesto multitud de ejemplos y citas que siempre convergen en el mismo punto y que sin ser recetas infalibles, si son una hoja de ruta clara sobre lo que el empresario debería hacer y no debería hacer, para salir del atolladero. Son hechos objetivos, rescatados de la propia experiencia pero sobretodo de la ajena.
Quede claro que es obvio que el empresario debe tomar decisiones para el bien común, es su obligación, y que muchas veces estas decisiones son dolorosas y complicadas, haya crisis o no la haya. Pero también está claro, que las mismas han de ser fruto de una reflexión profunda, de la búsqueda de alternativas y sobretodo se han de comunicar con sinceridad y transparencia a los afectados. Siempre lo he dicho, si pedimos Confianza y Compromiso al equipo, hemos de pagar con la misma moneda. Las decisiones nunca deberían ser fruto de una actitud cicatera y cobarde, porque detrás de ellas siempre hay personas y circunstancias.
Por eso viene perfectamente al caso este colofón, porque siempre que llega el verano, éste período de “parada obligatoria” salen a la luz como por arte de magia, los gestores cobardes. Encuentran en está época de silencios, de sombras, de pasillos y mesas semivacías, el escenario perfecto para ejecutar decisiones que eso si, envueltas en falsas recetas de manual obsoleto (optimización, reestructuración, supervivencia……), se traducen en cierres departamentales injustificados, despidos improcedentes, impagos y decisiones inesperadas. Aderezado todo ello con la peor comunicación posible y unas formas dudosas. La combinación crisis + verano, saca a relucir la mediocridad de manera implacable.
No aprendemos y no sé si aprenderemos. Me llegan casos y casos con salidas rocambolescas de personas con los más absurdos argumentos. Con lo fácil que es llamar a las cosas por su nombre y a tiempo…..¿no? Lo peor de todo esto es lo que las empresas dejan por el camino, la dignidad y autoestima de muchas personas que serían perfectamente capaces de entender cualquier decisión tomada desde la racionalidad y comunicada con rigor, sinceridad y tacto. Pero claro , para ello se necesitan empresarios valientes y de éstos este pais anda muy escaso.
Cierro con una frase que me dijo un amigo sobre el compromiso, y que dedico a todas las personas que tienen el infortunio de trabajar con mediocres: “no trates como prioridad a aquellas personas que te tratan como una opción”. Buen verano y suerte a todos. Alberto Trallero – Optima Management