Gestión de las emociones (i)

Por Mbbp

Muchos -por no decir la mayoría- de los conflictos que se dan en las relaciones vienen de nuestra dificultad de gestionar adecuadamente las emociones! Cuando nos sentimos mal, ya sea enfadados, con ira, tristes o con miedo, proyectamos nuestra emoción negativa hacia los que nos rodean. Seguramente bastará algún malentendido leve para que estalle un conflicto…

Sentirse mal de vez en cuando es algo humano, que depende más de nuestro estado de ánimo que de las circunstancias que lo puedan provocar. Hay que aceptar las emociones, tal como llegan y nunca huir de ellas. ¿Me siento mal? Pues es lo que hay… y no hay mal que cien años duren, ya pasará! Pero cuando nos evadimos de las emociones negativas, cuando intentamos camuflarlas bajo un caracter positivo, éstas permanecen en nuestro interior, condicionándonos nuestros pensamientos, sentimientos y acciones! Si, además, surge algo que contraría nuestros deseos o planes, la emoción negativa brota y el conflicto está servido…

Hay momentos que, no siendo consciente de una emoción que me perturba, actúo de una cierta manera, que probablemente no sea la debida ni la esperada por mí… En cuanto me doy cuenta de ello, sospecho que hay algo que me duele o me inquieta! ¿Por qué me me afecta tanto este hecho, esta persona o esta circunstancia? ¿Por qué reacciono así ante ella? ¿Qué me molesta o me afecta de esa manera? Seguramente es cuando descubro que algo hay en mi interior que transgiversa la realidad, haciéndome sentir mal y actuando en consecuencia…

Y es que el miedo o el dolor se enmascaran de muchas maneras! Agresividad, violencia gratuíta, irascibilidad, irritibilidad, mal genio… son reacciones comunes. Como lo es la pena o la tristeza! Todo ello es humano, como lo es admitir lo que sentimos y evitar que se propague entre los que nos rodean. Cuando uno no es consciente de lo que siente o intenta evitar una emoción que le incomoda, ésta tiende a manifestarse de la forma que sea…

¿Un consejo? Siente en cada momento lo que sientes, interiormente. No intentes evitar lo inevitable que sientes dentro. Intenta identificar esa emoción y vívela, sin intentar evadirte de ella o ignorarla. Y luego, intenta evitar su manifestación inadecuada hacia afuera. Vívelo internamente, si quieres aíslate, pero no permitas que domine tu vida! Ya pasará y tampoco intentes dilatarla en el tiempo, inutilmente. Cuando la incorporamos a nuestra vida de forma permanente, configura nuestra personalidad! Sentir tristeza de vez en cuando no es lo mismo que ser una persona triste…

Seguirá…

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