Gestión e Identidad Cultural: El Athletic y la Cuestión Vasca

Por Ignaciobellido @ElEfectoBellido

El Athletic de Bilbao es uno de clubes más antiguos del fútbol español y uno de los tres equipos, junto con Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, que ha disputado todas las ediciones de la liga española en primera división.  El fútbol llegó a Bilbao a finales del siglo XIX de la mano de los británicos que acudían al País Vasco a la llamada del comercio del carbón y de sus ingenieros y constructores  que trabajaban para la floreciente industria bilbaína.
La presencia de jugadores  y entrenadores ingleses en el equipo fue algo habitual durante los primeros años. De este contacto directo con la cultura futbolística inglesa se deriva la vinculación del equipo con el fútbol británica  debido a su decisión de sus jugadores al acudir al ataque, el uso de pases largos y directos, la práctica de un fútbol rápido, fuerte,  la agresividad y lucha de sus jugadores por perseguir la pelota hasta el último segundo de cada partido. De esta lucha constante nace que sus jugadores sean conocidos como los “leones”.
La práctica del fútbol alcanzó tanta popularidad que en 1901 se fundaba el Athletic de Bilbao y rápidamente pasa a ser identificado como el equipo de los vizcaínos y, debido a su política de gestión, en el de todos los vascos.  La política del Athletic se diferencia de los demás equipos españoles por  ser uno de los pocos conjuntos que no se ha convertido en Sociedad Anónima y, por tanto, sigue perteneciendo a sus socios, pero, la diferencia fundamental estriba en la norma, aprobada por la directiva en 1919,  por la que sólo los jugadores nacidos en el País Vasco pueden jugar en él. Si bien es cierto que esta norma se ha ido rebajando con el paso de los años y ya no es condición indispensable haber nacido en Euskadi sino que aquellos que se habían criado allí desde pequeños también podían formar parte del equipo, en un claro guiño hacia la integración de la población inmigrante y hacia aquellos otros vascos que emigraron y decidieron hacer las américas: así jugadores como Fernando Llorente, Jonas Ramalho, el angoleño Blanchard Mossayou, el portero brasileño Biurrun, el campeón del mundo con Francia Lizarazu, el mexicano Iturriaga o el venezolano Amorebieta han tenido la posibilidad de lucir la camiseta rojiblanca.

La decisión de no tener en su plantilla a jugadores extranjeros se remonta a 1911, cuando en esa edición de la Copa del Rey la Real Sociedad y otros equipos denunciaron al Athletic por haber alineado a dos futbolistas ingleses que incumplían la normativa federativa: los jugadores extranjeros debían llevar viviendo en la ciudad del equipo al menos seis meses antes de poder ser alineados. Como consecuencia de esta denuncia el campeonato, del que el Athletic se había proclamado vencedor, quedó anulado y se aprobó la norma por la que se limitaba a tres el máximo de jugadores extranjeros por equipo, debiendo justificar, al menos, tres años de residencia en España. A raíz de esta decisión el Athletic decide encerrarse en sí mismo y alinear sólo jugadores vascos.
Contar sólo con jugadores vascos y que el club sea propiedad de los socios son los motivos del fervor y entrega incondicional que demuestran sus aficionados. Como el Athletic no sale al mercado futbolístico a competir y atraer a “jugadores estrella”, sino que su misión es la búsqueda y entrenamiento de talentos locales lleva a una fácil y completa identificación del aficionado con su equipo. Todo aquel que acude a San Mamés acude a ver los esfuerzos de sus compañeros y vecinos por conseguir la victoria, para verles entregarse por el orgullo de representar la camiseta del principal equipo vasco. Sien bies conveniente matizar, porque a principios de los noventa y, viendo el club como sus mejores jugadores eran captados por otros equipos como fue el caso de Zubizarreta, Goikoetxea, Alkorta… El club, a fin de seguir siendo competitivo, rompió el pacto entre caballeros que tenía con la Real Sociedad y Osasuna de no tocar a ninguno de sus jugadores, sorprendió al país con el fichaje de la prometedora estrella del conjunto donostiarra Joseba Etxeberría por 500 millones, convirtiéndose, en ese momento en la cantidad más alta pagada por un futbolista español, a este fichaje siguieron otros como Loren, Gabilondo, Bitor Alkiza  y en el caso de Osasuna con el fichaje de Javi Martínez por seis millones de euros cantidad que nunca se había pagado por un jugador en edad juvenil.
El aficionado del Athletic le exige a sus jugadores devoción y entrega a la camiseta, que defiendan y muestren el orgullo que les supone saltar al campo de la Catedral (San Mamés). No quiere que sus jugadores jueguen por dinero, como fue el caso de Julen Guerrero que rechazó varias ofertas de los mejores equipos de Europa, sino por el placer y el reconocimiento social que para un vasco supone ser jugador del Athletic. Un ejemplo de cómo le duele al aficionado bilbaíno ver alguno de sus jugadores sucumbir al reclamo de un contrato mejor lo representan los casos recientes de Javi Martínez y Fernando Llorente.
Son estos sentimientos de identidad los que llevan a que se haga referencia en los discursos de todos los miembros del Atheltic: directiva, jugadores, cuerpo técnico aficionados… a la “familia rojiblanca”. Es el marcado sentimiento de comunidad y de cercanía en sus vínculos hace que el Athletic sea sentido como algo propio, como una conexión del vasco con su tierra. De esta fuerte conexión parte la disposición del aficionado a acompañar al equipo allí donde juega como pudimos ver en la pasado edición de la Europa Leaque donde sus aficionados se desplazaban en masa o en cada partido de la Liga española. La razón estriba en la creencia de que si el Athletic gana es porque sus aficionados le empujan hacia la victoria.

FUENTES CONSULTADAS
IÑAKI PARDO TORREGROSA y DAVID RUIZ MARRULL "Athletic, cien años sin extranjeros" La Vanguardia. 18/12/2011
F. XAVIER MEDINA y RICARDO SANCHEZ "Culturas en juego. Ensayos de antropología del deporte en España" Icaria. 2003. Barcelona
RAMIRO PINILLA "Aquella edad inolvidable" Tusquets. 2012. Barcelona
ENTRADAS RELACIONADAS
"Identidad y Fútbol: El Barcelona como símbolo de subversión política" (enlace)
"Antropología y Fútbol: El Camp Nou como escenario de integración política y social" (enlace)