En primer lugar, debemos definir qué es exactamente un producto perecedero. En este sentido, un producto perecedero es aquel que puede experimentar alteraciones en sus características físicas, químicas y/o biológicas a causa del paso del tiempo. En general, este tipo de productos exigen ciertas condiciones especificas de conservación que impidan o, más bien, retarden lo máximo posible, dicho deterioro. Si hablamos de la gestión logística de este tipo de productos, las condiciones especiales de conservación deberán mantenerse invariables a lo largo de toda la cadena de suministro, es decir, en todos sus procesos de almacenamiento, transporte, expedición, manipulación, etc