Gestionar con agilidad. Mi cambio favorito en el Modelo EFQM 2013

Por Óscar Gracia Oliván

Gestionar con agilidad

Bueno, ya ha empezado el 2013 y por tanto, tiene plena vigencia la nueva versión del Modelo EFQM 2013. Como están disponibles unas cuantas páginas y posts con la relación de cambios me gustaría dedicar el primer post al que, para mí, es uno de los grandes aciertos en esta revisión del Modelo. Entre los Conceptos Fundamentales de Excelencia (os recuerdo, una lectura transversal del Modelo) ha sido incorporado: Gestionar con agilidad.

Cito literal lo que el Modelo propone: “las organizaciones excelentes se reconocen de manera generalizada por su habilidad para identificar y responder (1) de forma eficaz y eficiente (2) a las oportunidades y amenazas”. Ahí es nada. Menuda gozada que nuestra Organización fuera un Ferrari (o Red Bull) en este sentido, ¿verdad?

Antes de repasar el primer punto os sugiero repasar este video.

(1) El modelo habla de habilidad de la Organización que, obviamente debería estar soportada en lo ágiles que sean las personas con mando y sin mando así como en los canales y estímulos que éstas tengan para desarrollar la agilidad. Es decir, no sólo considerar competencias (o habilidades) de las personas sino también modelos, sistemas y procesos de gestión para su desarrollo, yendo más allá de un desarrollo de personas “para los de Recursos Humanos”.

Esta habilidad se orienta hacia la importancia de identificar y responder; es decir, no tratar de ser exitosos por tener oportunidades (que todos tenemos, “hasta nuestra competencia”), sino de saber cómo es una oportunidad y saber cómo aprovecharla. En definitiva, no se trata de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado, sino más bien que donde estemos y cuando estemos sepamos tener las antenas desplegadas para: ver-reconocer-actuar.

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Ahora, antes de hablar sobre soluciones eficaces y eficientes, mirad este segundo video.

(2) Responder eficaz y eficientemente significa, o mejor dicho, implica, al menos:

  • Saber reconocer la importancia de la oportunidad; lo cual es saber decir “sí” o en su caso, también “no”.
  • Priorizar los recursos apropiados para el desarrollo de las acciones pertinentes.
  • Tener criterio para poder reorientar, si procede, los planes y proyectos en curso.
  • Medir y evaluar la eficacia y eficiencia de los proyectos de implantación de los cambios.

En definitiva, ser ágil no significa implantar cambios de manera rápida sino más bien, hacerlo de tal manera que la oportunidad se convierte en una ventaja competitiva cierta. No se trata de remendar y reaccionar frente a las oportunidades o las amenazas con parches que harán que la agilidad sea ficticia. Resulta vital reducir las resistencias al cambio ante la nueva situación; especialmente en las oportunidades y la alergia al riesgo tan imperante hoy en día.

En conclusión; sin duda, cualquier Modelo de Gestión debería contemplar este Concepto Fundamental de Excelencia y, tanto en el plano estratégico (y por tanto, más general), como más operativo (más concreto al año o a un área concreta), la Organización debería “respirar” agilidad en la gestión.

Se abre una excelente oportunidad para revisar y mejorar esta cuestión en la Organización. Sin duda, las más ágiles, serán las que cuenten con mejores opciones en el entorno actual sea cual sea el sector en el que operen.

A ver quiénes son los más avispados y, aplicando lo mismo que propone en Modelo, son los más ágiles en aprovecharla.


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