Gestos de consumo responsable que ayudan a nuestro Planeta

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

La reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente el dióxido de carbono) que afectan a nuestro planeta es un tema de debate sobre la mesa que preocupa a científicos y ciudadanos hoy en día.

Uno de los principales factores que contribuye al calentamiento global se corresponde con la producción en masa de bienes para satisfacer el consumo abusivo del ser humano. Sin un cambio de hábitos radical e inmediato, solo cabe esperar cambios catastróficos en el clima de nuestro Planeta, donde además, el que el índice de natalidad aumenta exponencialmente cada año.

Mientras los países que conforman sociedades intensivas en carbono negocian cómo regular la emisión de gases invernadero a gran escala, nosotros, como base de la pirámide, somos los responsables de comenzar ese cambio desde abajo, fomentando el consumo responsable.

Uno de los principales consejos para mantener una economía de bajo carbono es utilizar el vehículo privado lo menos posible. Quizás te hayas preguntado alguna vez ¿dónde vender mi coche? y de esta manera, al deshacerte de él, predicar con el ejemplo de consumo responsable y aportar tu granito de arena a la conservación de nuestro Planeta.

Quizás no lo sepas pero comprar un vehículo de ocasión puede suponer un ahorro de 1.600 litros de residuos contaminantes que genera la fabricación de un solo coche nuevo. Estos desechos tóxicos afectan directamente a la base de nuestra alimentación: aire, tierra y agua.

Los autótrofos, el primer eslabón de la cadena alimentaria, son los organismos responsables de transformar la materia inorgánica en materia orgánica, por ejemplo, a través de fotosíntesis u oxidación de compuestos inorgánicos. Si estos organismos (por ejemplo, plantas o algas) sintetizan materia orgánica a partir de elementos tóxicos, el resto de seres vivos que se alimenten de los mismos se verán también afectados, y así sucesivamente hasta llegar a los alimentos que ingerimos a diario.

Otra tendencia ecointeligente que nos gustaría destacar es lo que se entiende como consumo colaborativo, economía de la colaboración ó economía del acceso, que consiste en un movimiento donde el acceso prima frente a la propiedad. El consumo colaborativo se puede definir como la manera tradicional de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar redefinida a través de la tecnología moderna y las comunidades.

Sin duda las nuevas posibilidades tecnológicas han posibilitado esta tendencia. La digitalización de los contenidos (fotografías, música, vídeos, libros …) ha permitido a mucha gente darse cuenta de que a menudo lo que queremos no es el disco en sí, sino la música que está grabada en él. Mientras podamos acceder cuando lo necesitemos, tendremos nuestra necesidad cubierta. A esto se une la explosión de las redes y medios sociales, y ahí es donde podemos comprobar las diversas posibilidades que tenemos de compartir: desde estados de ánimo y conocimiento hasta cosas materiales. Y es fácil experimentar que cuanto más das, más recibes.

Son muchas las ventajas a la hora de apostar por el mercado de compraventa de bienes de segunda mano y por el consumo colaborativo. Los negocios que conforman estas tendencias económicas basadas en la reutilización y el reciclaje ponen a disposición del usuario piezas únicas y de muy buena calidad a precios muy asequibles.

¡Cuida tu bolsillo y el medioambiente diciendo no al exceso de consumo!

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