En 2004 los hermanos Ronit y Shlomi Elkabetz dieron comienzo a una trilogía cinematográfica que no se cerraría hasta transcurridos diez años, en la que seguían los pasos de Viviane Amsalem, una mujer que desea separarse de su marido en una sociedad israelita que coarta la libertad de la mujer hasta el punto de que su palabra no tiene validez si no está respaldada por la de su marido. Ya en To Take a Wife, la primera entrega de la trilogía, Viviane desea separarse de Elisha y es su propia familia la que trata de hacerle cambiar de opinión, en Los siete días la tensión familiar se incrementa durante un velatorio, y finalmente, en Gett: El divorcio de Viviane Amsalem, Viviane toma la vía legal para dar por terminado su insatisfactorio matrimonio.
Tras varios años viviendo separada de su marido, Viviane acude a un tribunal religioso para formalizar legalmente su divorcio. Sin embargo, a pesar de su férrea determinación y de tener pruebas que justifican y sustentan su deseo de separarse, mientras Elisha no otorgue su consentimiento y decida concederle el divorcio a su esposa, legalmente resulta imposible terminar con esta situación. El marido tratará de interponer todos los impedimentos que estén a su alcance, ya sea no presentándose al llamamiento, buscando testigos que contradigan a Viviane o, simplemente, negándose rotundamente a permitir la separación. El largo proceso se convierte en una insoportable carrera de fondo y desgaste.
Una insoportable impotencia recorre Gett a lo largo de sus casi dos horas de metraje, aquella que sienten Viviane y su abogado y que se transmite al espectador al contemplar una injusticia tan flagrante y que se extiende a lo largo de los años sin que parezca que vaya a tener algún día un final. La película israelí reivindica la libertad de la mujer en una sociedad tremendamente machista, pero lo hace tratando siempre de mantenerse alejada del maniqueísmo; por ejemplo, Elisha es presentado como una persona insoportable con la que la convivencia resulta imposible debido a su arrogancia y rencor, sin embargo la obra nos permite colocarnos en su lugar, no es un monstruo despiadado pese a que, llegados a cierto extremo, es imposible reprimir un intenso odio hacia él. La cinta es una reivindicación tan desgarradora como necesaria, atrapa con facilidad y logra transmitir el sentimiento de impotencia que sufren sus personajes, sin embargo adolece de ciertos errores. Por ejemplo, la necesidad de extender a lo largo de los años su historia quizá lastre en ciertas ocasiones el desarrollo de la obra, esto unido a que ciertos personajes secundarios sí que tienden a ese maniqueísmo del que tanto trata de huir, llega a perjudicar al conjunto aunque no por ello deja de ser una buena película.
Avalon edita el cierre de esta trilogía en DVD, la entrega que ha tenido mayor presencia internacional, llegando incluso a estar nominada en los Globos de Oro en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa. Lo hace sin ningún extra destacable pero con una buena traducción al español.