Mi valoración personal:
Vuelve Charlotte con más aventuras en La Otra Vida sin perder la frescura y la originalidad del primer libro. He de decir que al acabar la anterior novela me quedé con ganas de más, algo que también me ha pasado con esta, lo cual quiere decir que la autora mantiene el interés, la tensión del momento y hasta el suspense hasta el final. Al principio, confieso, me parecía aburrida la narración y los hechos contados, especialmente la frustración de Charlotte de no recibir llamadas en el centro para adolescentes, pero por fortuna la trama empieza a ser interesante a la mitad. Los personajes principales se mantienen y se añaden otros como Gary, Tilly y demás nuevos alumnos de la clase de Muertología, la dulce niña Virginia o Maddy, que esconde un oscuro y maléfico secreto. Petula aquí pasa a un segundo plano, por decirlo de alguna manera, y es Scarlet, su hermana, quien gana terreno, junto con Charlotte más adelante, y Damen al final de la historia. Las eternas enemigas se harán amigas por un bien común: salvarse mutuamente. Precioso final e inesperado, de los que no defraudan y dejan abierto el hilo argumental para una continuación, que la habrá con Ghostgirl, enferma de amor.