Menudo verano llevamos con el tema de Gibraltar.
El gobierno tira de manual del jodepeñas, y ya que no creo que decidamos invadir Gibraltar por la fuerza para recuperarlo después de unos añitos ondeando la bandera británica, y tampoco podemos hacer nada con la fuerza diplomática que tenemos en Europa (y menos aún ahora, que nos hemos convertido en PIGS), han decidido poner todas las trabas posibles para tocar los huevos a los británicos.
Y no me parece mal, sobre todo después del lanzamiento de bloques de hormigón con pinchos al mar por parte de los gibraltareños (obviamente no por parte de los ciudadanos, sino por parte del gobierno, o quién coño sea que lidere aquel trozo de territorio español con bandera extranjera), con el único motivo de joderle la vida a los pescadores de la Línea de la Concepción.
En el fondo es una especie de "y tu más", para ver quién recula primero. Que si los británicos se quejan a Bruselas porque es ilegal poner una tasa para el paso de fronteras europeas, pero los españoles mueven el alfil y dicen que pondrán peajes en las autopistas, porque esa gente está haciendo un uso de las instalaciones españolas, y eso hay que pagarlo.
Entonces aparece el Imperio Británico y amenaza con la Royal Navy, pero nosotros llevamos un par de patrulleras de la Guardia Civil (con fotos de El Fary y banderas con el águila), y todos tan contentos. Me imagino las fragatas británicas flipando con los botes de los años 80 de nuestra querida Guardia Civil dando vueltas por allí, como torero que le pierde la cara al toro... más chulos que un ocho, amenazando con las pistolas a los cañones de las fragatas inglesas.
Pero estoy de acuerdo en no bajarnos del burro. Nos están apretando a todos los españoles con impuestos y tasas por aquí y por allá (acaban de embargarme la cuenta por unos asuntillos pendientes que tenía con la Guardía Civil, por temas de velocidad-radar, así que estoy calentito con esto), y de todos es conocidos que un trozo de tierra con 20.000 personas no puede tener 30.000 empresas con domicilio fiscal. O sí, porque es un paraíso fiscal.
Pero, ¿qué pasa con los impuestos? ¿qué pasa con el contrabando? Lo saben todos los que están a 50km a la redonda de Gibraltar. Y lo saben los flemáticos ingleses. Y nosotros queremos pillar cacho de ese contrabando, y como está feo que el Gobierno español se dedique al contrabando, pues utilizamos los mecanismos legales a nuestro alcance para quedarnos con un ínfimo % de toda esa pasta que pasa diariamente de forma ilegal por nuestro territorio (independientemente de que haya distintas banderas y un idioma medio inglés medio andaluz)
Ya veremos como acaba todo, pero desde este rincón de Internet llamado El blog del Marketing, animo a todos los españoles que se pasen por allí este verano, a llevarse un puñado de arena de territorio gibraltareño, como contraréplica a los metros que los británicos le están robando al mar año a año.
Dicho esto, Gibraltar español
(si no lo digo, reviento... a pesar de que sea un incuulto y desconozca todo lo que ocurrió hasta encontrarnos en la situación en la que nos encontramos)