Gijón

Publicado el 31 agosto 2015 por Alejandropumarino

La demolición del edificio del antiguo Banco de Castilla y su sustitución por el bloque de granito que ilustra la imagen inferior, fue una salvajada arquitectónica de las muchas que han dejado cicatrices irreparables en la piel de este Gijón del alma, casi tanto como la del inmueble donde abría sus puertas el Café Alcázar, que dejaremos para otro día. Especial atención merece el kiosko que aparece por delante del antiguo edificio. Entiende uno el porqué otras ciudades esconden el encanto que falta en este nuestro pueblo grande, diluido en auténticas barbaridades urbanísticas de las que fueron culpables antiguas corporaciones municipales. La severidad y rigidez de las normas que rigen hoy en día, pueden ayudar a conservar lo poco que queda, pero nunca a recuperar para esta ciudad, la belleza de la ilustración superior.