Desde la rebeldía creadora y la innovación, con vocación de romper con el pasado e inventar el futuro, un grupo de cinco jóvenes vascos empezaron a fabricar un vino azul gracias a la combinación de uvas y un pigmento natural procedente de plantas del género Indigofera.
“El mundo del vino nos parecía ideal porque lleva siglos sin cambiar”, cuentan en una entrevista ofrecida recientemente para justificar que su caldo haya vendido más de 120.000 botellas en más de 25 países diferentes. Algo que no hace quebrar el encorsetado mundo vinícola que no quiere aceptar esta variedad de vino, ya que su color es azul. Tal es la confrontación que ha sufrido Gïk (así se llama el vino azul) que recientemente la empresa se vio obligada a retirar del etiquetado del mismo la denominación de vino, a parar su producción y hacer frente a una multa, debido a su inusual color, dado que la ley considera que no se encuentra dentro de ninguna de las 17 categorías de productos vinícolas reconocidos por la regulación europea. Las páginas web especializadas en gastronomía lo tienen claro, a la gente, o le encanta o lo odia, pero en lo que no hay debate es en que han revolucionado el mundo del vino hasta tal punto que la empresa no ha querido achantarse, y han decidido añadir un 1% de mosto para no estar en la categoría de “vino puro” y seguir su comercialización la cual ya ha desembarcado en Estados Unidos. Sus consumidores tampoco parece que quieran renunciar a un vino azul, y por ello han abierto una petición en el conocido portal change.org para recoger las firmas de todos aquellos que quieran unirse a su causa exigiendo que el mundo del vino y la legislación se adapte a los nuevos tiempos.Sea cual sea el resultado de esta contienda las posiciones están perfectamente definidas. Por un lado está el conservacionismo de un sector milenario como el vinícola, y por otro la osadía de un grupo de jóvenes que han afirmado que “a ninguno de nosotros nos gustaba el vino”, lo cual puede ser una explicación de lo que alguna persona ha calificado de blasfemia.
Por el momento el claramente vencedor es Gïk, ya que el color azul de su caldo le proporcionará a la empresa una gran plataforma publicitaria en todo el mundo y una tremenda repercusión en los medios de comunicación más destacados del panorama nacional e internacional.