El problema surgió cuando me di cuenta que hay mucha gente más capacitada que yo para escribir sobre este tema, como los estupendos profesionales que han trabajado con Gil en películas rodadas en el territorio almeriense, algún que otro estudioso -aunque quizás no demasiados-, incluso sus múltiples amigos…
De repente comprendí que, si hay algo especial en la relación entre Gil y Almería, es precisamente esto, el hecho insólito que me ha dado la ocasión de redactar este texto: la exposición y el homenaje que se le tributa a muchos kilómetros de donde ha residido toda su vida y aún a más distancia de donde nació.
No se puede olvidar que fue aquí en Almería donde hace ya bastantes años se publicó el primer libro sobre su trabajo. La verdad es que cuando uno lo piensa, casi no puede creerse que a uno de los mejores, más veteranos y laureados profesionales del cine español, no se le hubiera dedicado una muestra y un libro como los que ahora están a disposición de todos los admiradores del maestro. Pues bien, este error se ha corregido, es importante y ya un hecho histórico, que haya sido en esta tierra donde se ha llevado a cabo la primera exposición individual de su trabajo, y además con la amplitud y la profesionalidad que Gil se merecía, desde hace muchísimo tiempo.
Hace ya muchos años José Luis Garci me dijo que trabajar con Gil era como viajar en un Rolls Royce, yo no he tenido la suerte de colaborar con él, pero sí puedo afirmar que para mí, tan sólo haber tenido la oportunidad de conocerlo y haber podido mantener algunas conversaciones con él, es de las mejores cosas que me han sucedido en mi vida, aunque también es cierto que aún no me he montado en un Rolls».