Gilipollismo sin fronteras

Publicado el 08 abril 2014 por Jordi Martinez Aznar
Es posible que durante estas últimas semanas, la cantante colombiana Shakira le haya estado dando vueltas a la cabeza al hecho de la hora que se le ocurrió cantar la canción "Boig per tu", la cual está escrita en catalán, y originaria del dueto Sau. Muchos la han acusado de unirse a la causa independentista catalana, a la cual, es fácil imaginarse, que le habrá introducido su novio, Gerard Piqué. Oyendo y leyendo estas cosas, uno recuerda a otros cantantes españoles que, en su momento, se atrevieron en mi lengua materna. Gente como Raphael, Malú o Melendi cantaron sendas canciones para el disco de La Marató de TV3, programa que este canal autonómico emite cada Navidad para recaudar fondos para investigación médica. Por otro lado, el actor madrileño Juan José Ballesta rodó hace unos pocos años la película "Bruc, el desafío", acerca de la historia del Timlaber del Bruc, del cual se dice que, durante la invasión napoleónica de España de 1808, tocó su tambor tan fuerte en la montaña de Montserrat, que la tierra comenzó a temblar al mismo tiempo que el ejército francés, pensando que venía un ejército mayor en número, huyó del lugar. Pues bien, esta película la rodó en ¿adivinan? Tachaaaan: ¡¡¡En catalán!!!
Lo gracioso es que no recuerdo que, en esos momentos, hubiese ningún movimiento contra estas personas por haberse atrevido con el catalán. Pensándolo bien, me extraña que nadie les acusa de alta traición a la patria o algo parecido o ponerse del lado de las hordas del infierno que son los independentistas catalanes. ¿O es que acaso con Shakira es más fácil meterse porque "es de fuera"? Otra cosa es ¿de verdad no hay cosas más importantes de las qué preocuparse de si Sharika canta en catalán? Sinceramente, con la que está cayendo, nos tendría que dar igual que esta señora cantase incluso en esperanto o incluso al revés y no la entendiese ni Dios. Vamos, que me apuesto una bolsa de pipas a que si cantara en esperando muchos la aplaudirían por ello. En fin, que uno piensa que el gilipollismo no puede dar otra vuelta de tuerca, para mi sorpresa va y la da. Así va el país...