Es esa sensación de que las cosas se han alterado en sus rutinas temporales y, en el proceso, te giran la rutina mental.
En estos días, hay un punto “0″ . Un preciso momento,en el que lo del girar emieza. No te sientes girado de golpe, te vas girando lentamente, hasta quedar del revés.
Lo mío ha empezado con una mañana en el trabajo, plagada de imprevistos. Ha continuado con una patética visita al Supermercado, a las 15:30, con un calor húmedo importante , primero hambre y después , no y una sensación de impotencia ante la acumulación de bolsas ecológicas que tienen una presencia posterior en mi día girado( en lo de entrarlas y sacar todo y colocarlo y…).
En un ángulo de 90º de giro, entre la compra y la llegada a casa, me he dedicado a la atención a temas familiares que debían ser rápidos pero se han alargado un poquito. Los helados que he comprado para la comida del domingo, sufriendo las consecuencias en mi coche….
Plus : inicio de migraña.
Ya casi en posición inversa, llego a casa, ordeno la compra, hago una comida tardía ( casi merienda) y me quejo de esa zona izquierda de mi cabeza , a la que parece que le estén dando martillazos…Mis crisis migrañosas cada vez son menos frecuentes y las tengo controladas con un milagroso analgésico que me las consigue parar…Hacía mucho que no me tomaba una de esas pastillas y…hacía mucho tiempo que no me hacía tan poco efecto ( aunque sé, como todos los migrañosos del mundo, que he llegado un poco tarde con el remedio. Era al principio…) asi que, me he estirado en la cama.
He resucitado, fresca como una rosa, a las 22:00. Me he dado un baño revitalizante y he nadado. A las 23:00 estaba degustando una cena que , encima, me han preparado . Y, ahora, más despierta que un buho , estoy escribiendo este post…
Estoy on. Y totalmente girada. Debería dormir para disfrutar del día que se avecina pero…como me he girado, estoy muy despierta. ; – )
Por cierto, preciosa noche de verano…