He pasado noches enteras mirando por la ventana, a la espera de tu retorno. Contemplo los girasoles, las giralunas y el giramundo, contemplo a la vida, mi vida y tu vida que ya no esta. He visto los viajes periódicos de las golondrinas, a las ballenas buscando el calor del mar. Cantos de sirena y de alcatraz me acompañan de sol a luna, tu voz resuena en las conchas del mar. He sentido las últimas gotas de la lluvia invernal, contemplado la caída de los pétalos y las gruesas hojas coloradas de guayacán. ¡Y cuanto te extraño en mi espera! ¡No quiero verte llegar! Hay noches de luz pálida en que ni las estrellas se asoman a llorar, ni la aurora de luz chillona. Hay días sin giramundos, sin giralunas, días sin girasoles, días que paso esperando en mi ventana verte llegar.