Algo descafeinada película con el personaje del detective privado Mike Hammer, que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar leyendo las novelas con él de protagonista, escritas por Mickey Spillane, aquí como actor principal también, encarnándole. Y no lo hace mal, da el papel aunque sea físicamente, no tanto como actor, no muy dotado dramáticamente. Pero puede pasar.
" - Hola Mike. Supe que estuviste metido en el arroyo. . ¿Por qué no me sacaste de él? - Pensé que te serviría de terapia".
Lo mejor es la acrisolada fotografía a cargo de Kenneth Talbot, además a toda pantalla. En cuanto a la música, resulta muy adecuada oyéndola en los títulos de crédito del comienzo, pero luego es muy repetitiva, acabando uno/o por hartarse de tanto oír el tema principal.
Destacable, ¡y de qué manera! es la gratísima presencia de la bella Shirley Eaton, que sale en casi todas sus escenas luciendo sexys bikinis (tiene un precioso cuerpo, por cierto). No hay apenas acción y el final es muy bueno, con humor negro (o algo parecido) y todo. No es que aburra, pero tampoco al acabar se tiene la sensación de haber visto algo que perdure en la memoria. Más bien al revés. Y es que el bueno de Roy Rowland, el realizador, aunque simpático y esforzado nunca llegó en realidad a trascender en su trabajo.