CUBBIES (9 FEBRERO)
Cada capítulo de
Girls no cuenta una historia, no exactamente, sino que se centra en una emoción, en un estado de ánimo. Sé que me repito. Pero realmente pienso que si no entendéis esto, nunca habéis visto realmente Girls. Pero oye, esa es solo mi opinión. En el caso de Cubbies creo que el sentimiento que se busca transmitir es la frustración que sentimos al enfrentarnos a los demás y no ser comprendidos. La sensación de luchar solos contra el mundo. Yo me siento así a diario.-AVISO SPOILERS-
El prólogo del episodio nos muestra a Shoshanna (Zozia Mamet) fracasando -otra vez- en una entrevista de trabajo. Nos gusta ella, pero entendemos perfectamente que esa mujer -que representa a una empresa- decida no contratarla. Shoshanna es rara. El punto trágico de su personaje es que ella no se da cuenta de lo rara que es. En la siguiente escena,
Marnie (Allison Williams) siente una frustración equivalente con respecto a su carrera musical. La vemos enseñar una canción a sus amigas -el equivalente a una entrevista de trabajo- y se siente rechazada, incomprendida. La excéntrica opinión de Shoshanna sobre el tema es un comentario acerca de la música comercial: "Es de esas canciones que odias la primera vez que la escuchas, pero cuando la ponen un millón de veces en la radio, te acaba gustando". Como cuando te descubres tarareando una de Melendi y te entra un sudor frío.Mientras tanto, en Iowa, Hannah (Lea Dunham) tampoco se siente comprendida. Choca una y otra vez con sus compañeros del curso de escritura. Ellos son demasiado intelectuales para ella: incluso le sacan punta a una carta escrita por ella para pedir disculpas y acaban volviéndola en su contra. No hay mayor sentimiento de incomprensión que pedir perdón y que eso sea interpretado como una demostración de odio. Podéis creerme en esto. Es normal que Hannah se quiera pirar.
Pero el auténtico corazón de este episodio y el que mejor demuestra la frustración a la que se enfrentan los personajes, es la historia protagonizada por -mi favorito- Ray Ploshansky (Alex Karpovsky). El Ayuntamiento ha colocado un semáforo en su calle que ha colapsado el tráfico, ocasionando que se acumulen coches que no dejan de pitar justo delante de su ventana. El ruido es insoportable para Ray que, en un ataque de ira digno de Larry David, sale a la calle gritando para intentar convencer a los conductores de que pitar insistentemente no conseguirá desatascar el tráfico. Obviamente es imposible eliminar la imbecilidad generalizada. Ya quisiera yo. Lo único que consigue a calmar a Ray es la aparición casual de Shoshanna: la vergüenza de parecer un loco delante de su exnovia diez años menor que él.
Paralelamente, Marnie también ha intentado conectar con Desi (Ebon Moss-Bachrach) y parece conseguir que éste deje a su novia... no es del todo cierto. Pero a Marnie le vale. Bueno, el sexo oral le vale.
Por último, Hannah ha tomado la decisión de volver a Nueva York, al hogar... sólo que cuando llega descubre que éste ya no existe. Adam (Adam Driver) ha aprovechado el tiempo que han estado separados para reemplazar a Hannah con otra (Gillian Jacobs ¡de Community!). Siempre me ha parecido muy cruel eso de "pasar página".
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