Patriarcas e importantes gitanos catalanes están uniéndose al independentismo, como la ya reconocida bailaora Karime Amaya, nieta de Carmen Amaya, la gran leyenda del baile flamenco del siglo XX.
La origen del separatismo catalán es económico, el “Espanya ens roba”, como demostró Artur Mas al exigir un concierto similar al vasco o navarro, porque, si no, reclamaría la independencia, como hace desde que se lo negó Rajoy.
Consecuentemente, muchos gitanos catalanes han sido conquistados por la idea de que los españoles los explotan, especialmente “los subvencionados y vagos andaluces” (Pujol).
Gitanos catalanes explotados por gitanos andaluces, que son los que reciben más ayudas sociales del Estado.
La importante Asociación Cultural Gitana de Vilanova y la Geltrú (Barcelona) organizó esta semana un acto independentista presidido por Antoni Salazar, patriarca de Lérida, y los notables Joan Argilés, abogado, y el presidente de la Asociación, Ángel Giménez.
Se invitó al resto de los gitanos a unirse porque creen que el “futuro Estado catalán” incorporará su cultura como propia.
Esta postura parece la antítesis de su tradición étnica, apegada a la libertad de movimientos, la universalidad y que detesta la separación por fronteras.
Estos gitanos recuerdan a algunos judíos que colaboraban con los nazis. Como eran, sobre todo, soldados condecorados de la I Guerra Mundial, creyeron que serían respetados por los que perseguían a los otros, profesionales o comerciantes.
En Barcelona se ha tratado de prohibir la venta de las muñecas flamencas, porque eran españolas, “no catalanas”, como se erradicaron las corridas de toros, tan pegadas al espíritu supuestamente español, y especialmente gitano.
Deberían saber que si los independentistas ganaran bailarían obligatoria y solamente sardanas, nada de flamenco, aunque podría consolarles recordar que fueron creadas por un andaluz, Pepe Ventura (1817-1875), de Alcalá la Real, Jaén.
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SALAS