Estoy segura que esconde algo que nació con ese secreto y lo peor de todo es que algún día lo voy a descubrir. Eso me llena de miedo, como una carga, una cruz que quise sola cargar. Pero soy buena para eso, para hacerme cargo de todo de lo que me corresponde y lo que no.
Es linda, mira raro y se llama Giulia. Fue encontrada por mi vecina, que en ese entonces trabajaba de noche,en un auto marca Alfa Romeo modelo Giulia, y así la bautizó, como el auto. Esta mujer se hizo su madre, padre no tiene.
Ayer encontré una correa de gato tirada en la calle, con una placa que decía "Giuliana", y la dirección de la casa de Giulia. No sabía que tenían una gata.
No sé, pero algo raro pasa, siento una angustia. Soy de las que presienten cosas, mi guata me avisa lo que pasa, pero esto... no sé... Hasta mi perro se confunde con ella. Pero no me gusta que la gente lo pase mal, si puedo hacer algo por Giulia lo haría. No sale mucho, sólo de día, nunca de noche. Su mamá es muy aprensiva. Demasiado.
Todo es raro, misterioso.
Hoy hablaré con ella. Ayer hable con Giulia y me dijo, "lo que pasa es que soy hija de la expectativa."
No entendí pero igual sentí un poco de envidia, no voy a molestarla más y observaré de lejos la situación. Hay algo en ella que da una curiosidad enfermante. Planeé mirar por la pandereta de noche. De repente veo a la mamá de Giulia dejando una bolita de lana y leche en un pocillo en la pieza de ella. Giulia empieza lamerse y a lamerse muchísimo.
No quise mirar más.
María