Este es el nuevo proyecto del que recién me enteré apenas unos días antes de salir su primer album. Gizmodrome reúne al veterano de Crimson/Zappa/Talking Heads Adrian Belew con el baterista de The Police Stewart Copeland, que acá también participa como vocalista. Completan la formación Mark King, bajista, cantante y líder de los Level 42 (recordado por su técnica virtuosa de slap, y también por colgarse el bajo casi del cogote, claro) y el tecladista italiano Vittorio Cosma, que supo militar en los progresivos Premiata Forneria Marconi, aunque no como fundador. Justamente en Italia se gesta este supergrupo a instancias de los temas que Copeland trabajaba con el tecladista, y al conseguir un contrato de grabación (Ear Music, los que editan a Deep Purple) convocaron a Belew primero y a King después. De ahí que Copeland se encargue de las primeras voces en la mayoría de los temas habiendo otros dos experimentados cantantes. El resultado es un Prog-Pop sofisticado y potente, no tan intrincado ni furioso como un King Crimson, y que por momentos se acerca al Zappa de los '80 tipo The Man From Utopia. Si bien algunos temas son realmente buenos y la virtuosa interpretación está a la altura de los currículums individuales, el resultado es algo menor que la suma de las partes, y será cuestión de ver que continuidad le otorgan estos músicos al proyecto. Mientras tanto disfrútese sin culpa y a buen volumen.
Este es el nuevo proyecto del que recién me enteré apenas unos días antes de salir su primer album. Gizmodrome reúne al veterano de Crimson/Zappa/Talking Heads Adrian Belew con el baterista de The Police Stewart Copeland, que acá también participa como vocalista. Completan la formación Mark King, bajista, cantante y líder de los Level 42 (recordado por su técnica virtuosa de slap, y también por colgarse el bajo casi del cogote, claro) y el tecladista italiano Vittorio Cosma, que supo militar en los progresivos Premiata Forneria Marconi, aunque no como fundador. Justamente en Italia se gesta este supergrupo a instancias de los temas que Copeland trabajaba con el tecladista, y al conseguir un contrato de grabación (Ear Music, los que editan a Deep Purple) convocaron a Belew primero y a King después. De ahí que Copeland se encargue de las primeras voces en la mayoría de los temas habiendo otros dos experimentados cantantes. El resultado es un Prog-Pop sofisticado y potente, no tan intrincado ni furioso como un King Crimson, y que por momentos se acerca al Zappa de los '80 tipo The Man From Utopia. Si bien algunos temas son realmente buenos y la virtuosa interpretación está a la altura de los currículums individuales, el resultado es algo menor que la suma de las partes, y será cuestión de ver que continuidad le otorgan estos músicos al proyecto. Mientras tanto disfrútese sin culpa y a buen volumen.