Leila Nash
“Gladys, la niña que quiso enseñar y cambió el mundo”
Había una vez, en un pueblito verde y lleno de campos llamado Curepto, una niña de grandes ojos curiosos llamada Gladys. Vivía con su papá Heraclio, que trabajaba la tierra con sus manos fuertes, y su mamá Adriana, que enseñaba a leer y escribir a los niños del lugar.
Desde chiquita, Gladys soñaba con ser como su mamá: una maestra con corazón de tiza. Le encantaba ayudar a sus amiguitos a entender las letras y los números, y jugaba a tener su propia escuela en el patio de su casa.
Cuando creció, se fue a estudiar muy lejos, a un liceo en Santiago, y luego, gracias a una beca, entró a la Escuela Normal N° 2, donde aprendió a ser profesora, ¡pero con un talento especial! Su vocación era ayudar a los niños que necesitaban un poquito más de apoyo: los que aprendían diferente, los que sentían distinto. Se convirtió en educadora diferencial.
Su primera escuela fue muy especial: estaba dentro de un hospital, y sus alumnos eran niños que necesitaban mucho cariño y paciencia. Gladys enseñaba con juegos, canciones y ternura. Pero además de enseñar, quería cambiar el mundo.
Por eso, siendo muy joven, ingreso a las juventudes comunistas donde comenzó a participar en grupos de estudiantes, en reuniones donde hablaban de justicia, de igualdad, de cómo hacer un país mejor para todos los niños y niñas. Allí conoció a Jorge, un joven soñador como ella. Se casaron, y más adelante llegaron sus dos hijos: Álvaro y Rodrigo.
Gladys se convirtió en una mujer muy valiente. Fue dirigenta de estudiantes, profesora y diputada comunista , ayudando a muchas personas desde el Congreso. Pero un día, en su país llegó la tristeza. Un grupo tomó el poder por la fuerza, y muchos de los que soñaban con un Chile justo tuvieron que esconderse.
Gladys fue una de ellas. Para estar a salvo, se refugió en una embajada, y desde allí, enviaba cartas escondidas en frascos para hablar con sus hijos. Luego viajó por el mundo, llevando su voz fuerte para que todos supieran lo que pasaba en su país. En cada lugar hablaba de derechos humanos, de justicia y de amor por su tierra.
Un día, sin que nadie la viera, volvió en secreto a Chile. Fue la primera mujer de su glorioso partido comunista en hacerlo. Con una nueva identidad, caminó por las mismas calles que antes conocía, buscando reconstruir la esperanza, aunque en su corazón dolía la ausencia de Jorge, que había desaparecido durante los años oscuros.
Gladys nunca se rindió. Siguió luchando por la democracia, por los niños, por las mujeres y por los que no tenían voz. Fue una maestra del alma y del coraje, una mujer que enseñó dentro y fuera del aula, con palabras, con actos y con amor.
Y aunque ya no está en las salas de clases, su historia sigue viva en cada niño que aprende, en cada maestra que cree, y en cada persona que sueña con un mundo más justo.

Proletarias Teve
drSnootsepllu 1.talhp 5o810: aih425i5jua66l8 55dam6f58hui858asn7et .4 4 1 La más completa biografía de Gladys Marín escrita por el experto en la izquierda chilena y autor de bestsellers como La vida es eterna. A veinte años de su fallecimiento, Gladys Marín es reconocida como una de las mujeres más notables de la historia de Chile. … Google Books
Fecha de publicación original: marzo de 2025
Autor: Mario Amorós·
https://www.google.cl/books/edition/Gladys_Mar%C3%ADn/bWBCEQAAQBAJ?hl=es&gbpv=1&pg=PP10&printsec=frontcover
