Glitters hexagonales que conseguí por prácticamente nada en Ebay y que he usado para algunos looks de maquillaje y en uñas, cómo no. Algunos colores me enamoran, como un aguamarina sobre base negra, un ultramar muy sirénico y un lila holográfico...pero lo cierto es que si brilla y es lindo, me va a gustar.
No hay demasiado misterio.
No sé si les pasa, pero suelo comprar cosas sólo por ser lindas, independientemente del uso que les vaya a dar. Me pone bien estar rodeada de objetos bellos. Me potencia la creatividad, me llena el alma libriana hasta la médula.
De chica no fui de gastar mucho en mí, no gastaba en maquillaje porque era algo que no tenía incorporado a mi vida.
Para suerte de mis padres -y gracias a ellos- no fui una niña pedigüeña. Los regalos grosos que me hicieron siempre fueron por parte de ellos, sin que yo los pidiera.
Veo que hoy en día vivimos en la cultura del "dame", y me enfurece ver a pendejitos pidiendo la última consola, el último celular o Blackberry -yo me pregunto, ¿qué carajo tiene que hacer un nene de 11, 12, 13 años con un Blackberry? ¿Somos todos pelotudos? Si lo que necesita es un teléfono para saber por dónde anda, dale un celular de medio pelo, no un último modelo.
Siento que no se aprecia nada. No se le enseña a los chicos a valorar las cosas.
Pero bueno, me estoy yendo de tema y hacia ningún lado en concreto.
Cuando fui adulta, cuando estuve emancipada económicamente -ojo, no los uso como sinónimos- y empecé a pagar mis cuentas, también comencé a ahorrar para mis cosas.
Con mucho esfuerzo me compré, en 2006, mi Pullip Rida, y también fue la primera vez que hice una compra por internet a nivel internacional (en Ebay).
En ese momento no tenía un mango, y a muchos les sorprendió que gastara 300 pesos (eso me salió entonces) en una simple muñeca. Pero yo había ahorrado y me había esforzado mucho por tenerla, y realmente la quería, así que me la compré -cómo son las cosas, en aquél momento no conocía a nadie en este país que supiera lo que esas muñecas eran,y ahora andan sacándose los ojos en "tiendas" en Facebook y abrochándole a la gente cualquier cantidad de plata por algo que existe hace tantos años ya...
Creo con fervor que uno debe darselos gustos que de chico no pudo. Sin pasar hambre, claro, con responsabilidad, ¿por qué no gastar en aquella figura de acción que te encanta? ¿por qué no comprarte ese perfume que siempre soñaste tener?
Si podés gastarlo, si ahorraste, si realmente es posible, ¿por qué no lo invertís en ese objeto/viaje/loquesea que querés?
No hago una oda al consumismo, aunque entiendo que pueda leerse como tal.
A lo que voy es a que cuando nos morimos, dejamos todo. Como dice la frase, quemada hasta el hartazgo, los gustos hay que dárselos en vida.
No hay otra.
Si pueden, no se queden con las ganas; la plata está para gastarla, señores.
Y cuántos gustos puede uno darse sin necesidad de gastar plata también, ¿no? Paseos, lecturas, una taza de té mientras escribo este post que no sé si expresa claramente lo que quiero decir pero que, sin embargo, me hace compañía mientras escribo.
No me voy a poner en plan autoayuda: creo que ustedes pueden llegar a entender a lo que voy.
Yo hace tiempo que decidí darme todos los gustos que quiera, y no como un lujo, sino como un derecho que tengo. No creo que todo en la vida sea esfuerzo y constipación.