Una vez más los Globos de Oro nos muestran que no son esos premios “pulcros” que año tras año nos intentan vender. Comedias supuestamente irreverentes pero con la insufrible moralina americana siempre cuentan con su espacio entre los galardonados, así como el drama prototípico que arrasará en los Oscar. Di Caprio mejor actor, esperamos con ansiedad ese Lobo que, según cuentan, resucita al Scorsese de Uno de los nuestros, habrá que esperar, palabras mayores. Al fin justicia con la fascinante Breaking Bad, el portentoso artefacto narrativo que nos mantiene en la convicción de que la ficción televisiva habita en cielos más altos que la gran pantalla. Continúa la injusticia con la delirante Gloria –Sofía Vergara-, deModern Family, esecaballo de Troya en las marcas blancas de las comedias familiares.