Google actualizó sus términos de servicio este lunes informando a los usuarios de que sus tantos sus emails de salida como los entrantes son analizados automáticamente para crear anuncios que se ajusten a los intereses de los usuarios.
Según explican, el programa escanea los correos electrónicos de los usuarios tanto cuando los mensajes se almacenan en los servidores de Google y cuando se encuentran en tránsito, una práctica controvertida que ya ha sido denunciada.La información actualizada sobre los términos de incluye el siguiente párrafo: “Nuestros sistemas automatizados analizan su contenido (incluyendo mensajes de correo electrónico ) para proporcionarle servicios personalizados, como resultados de búsqueda adaptados, publicidad a su medida, y detección de spam y malware. Este análisis se produce cuando el contenido es enviado, recibido y almacenado”.
El portavoz de la compañía, Matt Kallman, argumenta en un comunicado que los cambios “darán a la gente más claridad y están basados en el ‘feedback’ que hemos recibido en los últimos meses”.
Bajo sospecha
El mes pasado, un juez de EEUU decidió no unificar varias demandas que acusaban a Google de violar los derechos de privacidad de los cientos de millones de usuarios de correo electrónico en una sola acción conjunta.
Los usuarios de Gmail acusan a la empresa de violar las leyes federales y estatales de privacidad y escuchas telefónicas mediante la exploración de sus mensajes con el objetivo de elaborar perfiles secretos y publicidad adaptada a los usuarios. Google argumenta que los usuarios consienten implícitamente esta actividad, reconociéndolo como parte del proceso de entrega de correo electrónico.
Hace solo unos meses, Protección de Datos multaba a Google por “vulnerar gravemente” los derechos de los ciudadanos guardando datos de los usuarios “durante periodos de tiempo indefinidos e injustificados”, no informando claramente de que esos datos pueden ser usados “con múltiples finalidades” y obstaculizando “el ejercicio de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición”, es decir, impide ejercer lo que se ha venido a llamar el ‘derecho al olvido digital’.