La mostaza de Dijon se remonta al siglo XIV, en la época de los Duques de Borgoña. Su denominación garantiza un método de elaboración único y fue el primer lugar en fabricar una pasta con semillas de mostaza.
Se prepara triturando el grano de mostaza negro con una mezcla de vinagre, agua y sal llamada agraz. Presenta un color más amarillo que la mostaza inglesa, elaborada con semillas de mostaza blanca y negra y un sabor más intenso.
Para cuatro personas:
- 400 g de gnocchi
- 300 mL de nata líquida
- 4 cucharadas de vino blanco
- 2 cucharadas de mostaza de Dijon
- 1 cebolleta
- 4 cucharadas de huevas de salmón o de mújol
- unos tallos de cebollino o perejil
- aceite de oliva Virgen Extra
- sal
Se limpia y pela la cebolleta y se pica menuda. Se cubre el fondo de una sartén con aceite y se rehoga la cebolleta durante unos 8 minutos.
Se riega con el vino blanco y se deja reducir a fuego vivo. Se incorpora la mostaza y se mezcla bien. Se añade, por último, la nata líquida y se salpimenta. Se remueve bien y se deja que cueza durante 3 o 4 minutos, hasta que espese ligeramente. Se reserva.
Se cuecen los gnocchi 1 minuto o lo que indique el fabricante (a ver si mi querida amiga argentina Vivian me pasa la receta de la elaboración de sus deliciosos gnocchi caseros). Se escurren bien y se emplatan. Se distribuye la salsa caliente por encima y se decora con huevas de salmón.
Se espolvorea la pasta con cebollino picado o con perejil picado y se sirve inmediatamente.