Gnomon, de Nick Harkaway

Publicado el 25 mayo 2020 por Severian
Gnomon. Nick Harkaway. 2018

Hola amigos. He leído un montón de libros y mangas en este tiempo, y espero retomar las reseñas en forma. O al menos publicar de forma más estable.

Soy fiel lector de Adam Roberts, un escritor y profesor de literatura britanico, cuyo estilo de escritura me agrada y me entretiene. Incluso lo sigo en las redes sociales. Roberts hace reseñas de libros en The Guardian, y fue a través de él que me enteré de la obra de Harkaway. Y no me arrepiento. Después de leer a Harkaway, uno entiende que se enfrenta a un escritor muy interesante, obsesionado con temas relevantes en el presente, como la obsesión privada y gubernamental de monitorear todo el tiempo a la ciudadanía.  La etimología griega de gnomon significa "él que sabe o él que examina" y esto aplica al gobierno britanico en la novela, convertido en un Panotpicón, monitoreando en tiempo real a todos los ciudadanos, un par de decenas de años en el futuro, y el termino aplica también a la protagonista de la novela, Mielikki Neit, una detective britanica involucrada en algo mucho más grande que ella. Gnomon es también el herramental en forma de triángulo con el que los relojes de sol dan la hora, este triángulo asemeja la aleta de un tiburón, otro de los temas de la novela. La novela empieza de forma fenomenal, con la muerte de una mujer, Diana Hunter, mientras la policia le practicaba una revisión intracraneal a sus recuerdo, en busca de evidencia de un crimen. Diana es una ermitaña, una refusenik, una persona completamente en contra del estado de vigilancia continuo al que estan sujetos los ciudadanos ingleses. No tiene smartphone, dispositivos inteligentes o computadoras en su hogar. Su casa es literalmente una jaula de Faraday. Un hoyo negro insondeable dentro de una sociedad llena de cámaras y drones. Aquí empieza el autor a jugar con uno de los temas principales de la novela, la vigilancia. Si el gobierno no puede ver a traves de los ojos de Diana, si no puede rastrearla por GPS, si no puede espiar sus conversaciones, entonces le abrirá la cabeza para ver que hay dentro.  Cuando a la detective Mielikki se le asigna el caso, debe hacer algo verdaderamente anormal, reproducir en su mente la "grabación cerebral" de Diana y encontrar si su muerte fue accidental, o provocada por el mismo stress del interrogatorio. Esto provoca que su mente comience a confundirse entre sus propios recuerdos y los de Diana, e incluso que comience a dudar de su realidad externa.  Lo que inicia como una suculenta trama detectivesca ubicada en el futuro próximo se convierte en algo extraño y debo admitir, también en algo más cansado. Dentro de la cabeza de Diana Hunter hay más personas: el corredor de bolsa griego, Constantin Kyriacos, quien sufre un encuentro mistico con un tiburón blanco mientras nadaba en las costas griegas. Esta sección admito que es la que más me gusto, por ser la más comica. Y pienso que Constantin merecía su propia novela. Compartiendo el protagonismo, también descubrimos a una alquimista carteginesa llamada Athenais Karthagonensis, quien es obligada a realizar un acto imposible. Berilun Bekele, un pintor etiopí expatriado en Inglaterra, quien participa en la creación de un juego de realidad virtual con graves consecuencias para el futuro de los londinenses. Así como mi personaje favorito, Gnomon, una entidad alienígena pesadillezca proveniente del futuro lejano.  Gnomon, para mí, es un ejemplo de que siendo menos pudo haber sido más. He intentado no dar más datos que los que pudieran aparecer en la contraportada de la obra. Pero debo advertir a los posibles lectores que a cada personaje se le asigna su espacio, y es como si leyeramos 5 mini-novelas pegadas con cinta canela, en una especie de Frankestein literario.  Aun así, disfrute como enano de la habilidad del autor para narrar escenas realmente fuera de serie. Una comica y perturbadora y sorpendente mezcla de estilos y de temas, con influencias de Ballard, de Neal Stephenson, de Philip K. Dick y mucho autores más que escapan de mi conocimiento. Gnomon, la novela y el personaje, son un monstruo enorme, con el que algunos lectores sin stamina se den por vencidos, en lo que a mi respecta, espero impaciente la próxima novela de Harkaway.