Que el 1% de la población mundial acumule la mitad de la riqueza no deja de ser un hecho preocupante, un hecho que además pone en tela de juicio las teorías del clérigo Malthus. Porque sobre la mesa se puede presentar un contrargumento que dice muy poco acerca de la condición humana:el principal problema no es ni la falta de recursos ni la escasez de alimentos. El problema es un orden económico falaz y egoísta que privilegia el ego de unos poco frente a la miseria de la mayoría. Somos victimas de un orden socio-económico, que no deja de ser una creación cultural arbitraria, que privilegia a unos pocos a costa del resto. Y para ello se dota de subsistemas políticos, militares y religiosos que justifiquen, o traten de legitimar, sus carencias.
“las élites económicas estánsecuestrando el poder político para manipular las reglas del juegoeconómico, que socava la democracia”.
alfonsovazquez.comciberantropólogo