Parece ser que se “coló” a la formación morada, una propuesta de gobierno en la que, además de elegir a sus propios “ministrables”, anotaban los que debía nombrar el Partido Socialista. Aunque uno era conocedor del talante que el Sr. Iglesias esconde bajo su camaleónica manera de hacer política -pasó de comunista a socialdemócrata en pocos meses- no deja de llamar la atención la paradoja de qué ministerios aglutina Podemos: Defensa, Interior, Plurinacionalidad y Justicia; uno creía, o eso dijo el Sr. I. Turrión, que sus preocupaciones se centraban en esos cuatro millones de españoles que vivían en el límite de la pobreza y que no tenían medios económicos para llegar a fin de mes. ¿Solucionará esos problemas desde el ministerio de Defensa?. Parecería más lógico que carteras cono Agricultura o Economía, fuesen a parar a la formación emergente, a fin de facilitar esos logros sociales que encarecidamente defendieron en su campaña, pero al contrario, y partiendo de la base de que una de sus premisas era el inicio de un proceso constituyente, da la sensación -a quien ignora, como yo- que pretenden hacerlo con las fuerzas de orden público, ejército, policía nacional, local y autonómica, bajo la batuta de sus conspicuos y, sin querer ser suspicaz, ofrece escasas garantías de un gobierno para todos. La verdad, inspira más desconfianza que otra cosa y el inicio de asemejarnos a modelos y países en los que el fracaso de este tipo de sistemas ha sido la regla del último siglo.