El director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Javier Carrillo, aseguró en entrevista a Prensa Latina que el gobierno del país centroamericano deportará a los cerca de 400 migrantes cubanos que se encuentran en el país.
“Si no se retiran voluntariamente, los 400 antillanos que aún permanecen en albergues de la Iglesia Católica, la población fronteriza de Lajas Blancas y el SNM, serán devueltos a su país de nacimiento, lo que es ‘obligatorio, no voluntario‘” dijo Carrillo.
30 cubanos han sido repatriados a la isla en las últimas semanas, y otros 25 ya están identificados para una siguiente tanda.
“El que no se quiera acoger, tendremos que aplicarle la ley. Hay algunos que de manera voluntaria están acogiéndose a la deportación. No podemos permitir que el país se convierta en centro de acopio de indocumentados” manifestó Carrillo.
Las deportaciones se realizan en el marco del nuevo memorando de entendimiento firmado con Cuba donde se hizo énfasis en las repatriaciones. Este documento incluye detalles acerca de cómo deben hacerse las entregas, cuáles serán los lugares de desembarque, mecanismos de intercambio de información y comunicación consular, seguridad, etc.
El director de Migración también se refirió a aquellos cubanos que han solicitado asilo a través de la Oficina Nacional para la Atención de los Refugiados.
“Esa es una opción que tendrían los irregulares, quienes deben cumplir los requisitos para obtener tal estatus, y aunque ‘no hago juicios de valor porque no es mi tema, me parece muy extraño que alguien se declare perseguido y salga legal (de su país) por un aeropuerto; eso no suena lógico‘, expresó Carrillo.
No obstante, el funcionario afirmó que se subordinará a las decisiones que tome la autoridad de Refugiados.
Finalmente, Carrillo compartió que la presidencia de Panamá ha doblado el cupo de visas mensuales de turismo otorgados por el consulado en La Habana, a la cifra de 1,000.