Revista Opinión

Gobierno y partidos políticos dictadores y aberrantes

Publicado el 07 mayo 2015 por Franky
La mayoría de los gobiernos que se consideran democráticos gobiernan con criterios tiránicos y se niegan a practicar la democracia. La mayoría de los parlamentos legislan sin tener en cuenta al pueblo. Resulta difícil encontrar en nuestro mundo estructuras más dictatoriales y aberrantes que los partidos políticos, dueños exclusivos del Estado, del que se han apropiado expulsando a los ciudadanos. En España, esas tendencias, mas propias del absolutismo que de las democracias modernas, han alcanzado extremos intolerables. Una de las mayores paradojas de nuestra sociedad es que los partidos políticos, que son las estructuras más antidemocráticas imaginables, gestionen nuestras vidas y sean el corazón de nuestras democracias. --- Gobierno y partidos políticos dictadores y aberrantes Tener en cuenta los criterios de la ciudadanía y gobernar de manera acorde con los deseos de las mayorías es hoy posible y barato. Los gobiernos y los partidos podrían saber en cada momento lo que piensa y desea el pueblo. Adaptar el gobierno y la acción política a esos criterios representaría un extraordinario avance hacia la verdadera democracia y garantizaría que los politicos estuvieran al servicio de los ciudadanos, pero esa ruta no le interesa a la clase política, que prefiere gobernar de manera antidemocrática, como si poseyeran un cheque en blanco, sin hacer caso alguno a la ciudadanía.

Hablé ayer por la mañana con un amigo sociólogo que tiene más de 25 años de experiencia en investigaciones sociológicas y me dijo algo sorprendente: "Al PP le costaría poco más de 5.000 euros conocer con precisión lo que piensan sus militantes de la actual crisis, incluyendo si quieren o no quieren que continúe Rajoy".

Ese es el dinero que cuesta una investigación socialógica fiable, con un índice de error inferior al seis por ciento, que es aceptable para conocer con precisión los criterios y tendencias dominantes de una sociedad.

El mismo dinero le habría costado al PSOE saber si sus militantes y simpatizantes quieren a Pedro Sánchez como líder, que opinan de Susana Díaz, si aprobaban o no la política de negociación con ETA impulsada por Zapatero, o la opinión de los socialistas sobre aquel terrible nuevo Estatuto de Cataluña que impulsó Zapatero.

Pero mi amigo el sociólogo lo pone todavía más fácil: "en la era de la comunicación, cuando la mayoría está conectada a Internet, un partido, si lo quisiera, podría saber al instante, casi en tiempo real, que piensan o desean sus militantes y simpatizantes, sin costo alguno".

Pero los partidos políticos jamás consultan sus decisiones con las bases, porque son antidemocráticos, porque son estructuras de poder al servicio exclusivo de sus élites dominantes. Si consultaran a la ciudadanía, tendrían que satisfacer los deseos de los ciudadanos, como es preceptivo en democracia, pero ellos no quieren.

La mayor paradoja política de nuestro tiempo es que la democracia está siendo gestionada por una de las estructuras mas antidemocráticas que puedan imaginarse: los partidos políticos.

La aberrante tendencia hacia la tiranía de los partidos políticos está llevando a la sociedad actual hasta el absurdo. Rajoy afirma que su partido debe cambiar y adaptarse a los nuevos tiempos, pero ¿qué piensan los ciudadanos, sobre todo sus militantes y votantes? A Rajoy, cúspide de una organización dictatorial llamada PP, no le interesa saberlo.

La clave está en que los partidos políticos ya no son organizaciones democráticas creadas para que la voz y el deseo de la ciudadanía sea escuchado y asumido por el poder, sino puras estructuras de poder, verticales, antidemocráticoas y al servicio exclusivo de unas oligarquías que se han instalado al frente de esos partidos y que, sistemáticamente, dan la espalda al pueblo y hasta a su propia militancia.



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