El diario estadounidense, The New York Times, informó ayer que el próximo 8 de diciembre se reunirán en La Habana representantes de los gobiernos de EEUU y Cuba para tratar el tema de las propiedades norteamericanas expropiadas por Fidel Castro tras su toma de poder en 1959.
Esta es la primera vez que ambos gobiernos van a sentarse a la mesa a negociar sobre este tema, que incluye cerca de 900 empresas y un total reclamado que asciende a 16,000 millones de dólares en valor actual.
La mitad de este monto, 8,000 millones, correspondería solamente a 10 compañías, que incluyen a Coca-Cola, Exxon, Texaco y Starwood Resorts (propietaria de los hoteles Sheraton, Westin, W, entre otros).
No serán parte de las negociaciones las propiedades perdidas por los cubanos que se exiliaron a los EEUU.
Mauricio J. Tamargo, el ex presidente de la Comisión de Resolución de Reclamaciones en el Extranjero del Departamento de Justicia, expresó a The New York Times que esta reunión es muy importante, dado que significa un reconocimiento por parte del gobierno de Cuba a este reclamo.
No obstante, según el diario, Cuba no aceptará ningún acuerdo que no incluya el levantamiento del embargo. Además, esta sería la única manera de que Cuba consiguiese el dinero para compensar estas expropiaciones. De acuerdo al Instituto Brookings, una vez levantado el embargo Cuba podría ofrecer oportunidades preferenciales en el mercado cubano a compañías norteamericanas.
Tamargo alerta que el acuerdo sobre las expropiaciones debe lograrse en apenas un año, antes de que cambie la administración de la Casa Blanca. De acuerdo al experto, al gobierno de Raul Castro le conviene tener como interlocutor a Obama, frente a cualquiera de los favoritos a ganar la presidencia en 2016, Hillary Clinton, Donalld Trump o Jeb Bush.
Foto: Embotelladora de Coca Cola en Santa Clara (twitter @KarelBecerra)
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