God save the saurians! (IV)

Publicado el 05 noviembre 2018 por Koprofago
SWINGING LONDON
El 23 de noviembre de 1963 debuta en la BBC Doctor Who, que viaja en el tiempo con su nave con aspecto de cabina de policía. Esa misma década pasará al cómic: Neville Main dibujó Prisoners of Gritog en TV Comic Special Holliday 1965, en 1967 aparece seriada en TV Comics la aventura The Monsters from the Past (Roger Noel Cook/ John Canning) y en 1972 The planet of the Daleks (Dennis Hopper/ Gerry Haylock en TV Action), sin relación con los episodios emitidos el siguiente año por televisión con el mismo título. En Nova (1973, en TV Comics #1139-1145), Haylock ilustró también las aventuras del doctor en el planeta de los Spidrons, habitado por criaturas similares a pterosaurios y terópodos.
Dr.Who: Prisoners of Gritog
Dr.Who: The Monsters from the Past
Dr.Who: The Planet of the Daleks
La reputación de Don Lawrence (1928-2003) comenzó a crecer con la serie Karl the viking (1960), con guión de Ken Bulmer (1921-2005), en Lion. En el anuario de 1966 publicó Karl the viking & the swamp of fear, en la que el normando pelea contra dinosaurios en un pantano que, conforme al título, da mucho yuyu.
No es de extrañar que IPC contase con Lawrence para el lanzamiento de su nueva revista Ranger (1965), en la que publicó El imperio de Trigan (arriba), sobre una civilización similar a la antigua Roma pero con alta tecnología. Ranger desapareció el siguiente año, pero Trigan continuó su exitosa andadura en otra cabecera de la casa, Look and learn (1962) [1].
Al enterarse de que Trigan estaba sindicada por toda Europa y reclamar sin éxito una compensación a su editor, Lawrence se marchó a la revista holandesa Eppo (1975) [2], donde creó la serie Storm (1976), que transcurre en un mundo postapocalíptico. Y en el breve -5 números- reemplazo de Look and learn, Look Alive (1982, Eric Gosnell) encontramos fantásticas ilustraciones de Lawrence como la que utilizamos para abrir esta serie o la que sigue.
En 1962, Francisco Solano López (1928-2011) dejó Argentina para trabajar unos años en la Fleetway, publicando en la vieja Knockout [3] las series Kelly’s Eye [4] (guión de Tom Tully) y Professor Kraken (escribe Tom Kerr).
En 1967, Kelly comenzará a viajar en el tiempo gracias a una máquina inventada por el Dr.Diamond, aterrizando en alguna ocasión en una anacrónica prehistoria donde neandertales y dinosaurios conviven juntos, lo que resulta la mar de original (¿acaso habéis visto trogloditas y dinosaurios juntos en algún otro lugar?).
En cuanto al Profesor Kraken, en From the vaults of time (arriba) se enfrenta a una invasión mesozoica que sacude Gales procedente de las entrañas de la Tierra (ya hemos hablado mucho por aquí del mito de la tierra hueca).
También aparecerá algún que otro dinosaurio en The Fugitive from Planet Scror (1970), que Solano López creó para Lion, o en la alocada The Wild Wonders (1964, en Valiant) de Tom Tully, que volvió a colaborar con Solano López en el trasunto del Eternauta de Oesterheld Adam Eterno (1971) y es recordado sobre todo por haber sustituido a su creador, el ya citado Ken Bulmer, en Zarpa de acero (1962, en Valiant), que siempre dibujó nuestro Jesús Blasco (1919-95) quien, por cierto, también ilustró dinosaurios para IPC en Dick Turpin and the cavern of monsters (Knockout #21, 1962), donde el famoso espadachín se las ve con un triceratops (al que pierde el desodorante) y un pterodáctilo.

-----
[1] Donde también pasó Rob Riley, creada para Ranger por Jesús Blasco. Por cierto que, entre los artistas que desarrollaron Trigan se encuentra el maestro de la Escuela Valenciana Miguel Quesada.[2] Fusión de las revistas Pep (1962), donde debutaron Martin Lodewijk, Dick Matena o Peter de Smet, y Sjors (1930), bautizada como el nombre en holandés de Terry & the Rinkydinks, spin-off de la girl-strip USA Winnie Winkle: en 1988, Eppo cambiará su nombre a Sjors & Sjimmie en honor a su principal serie.[3] Tras asimilar a la pionera Comic Cuts, es absorbida en 1963 por Valiant (1962).[4] El “ojo” de Kelly es un talismán que encontró en el templo de “Zoltec”, en Sudamérica, que le concede poderes sobrehumanos.