No habían pasado ni dos semanas desde los gofres dulces cuando me decidí a hacer unos salados, nunca los había probado y me tentaba muchísimo la idea.
La idea de estos gofres me la dio el blog de Ana Sevilla, he modificado un poco los ingredientes y el resultado ha sido fabuloso. Nos ha encantado el sabor tan logrado a pizza de los mismos. Os aconsejo tomarlos recién hechos ya que por fuera su textura es crujiente y por dentro blandita y esponjosa.
Sigo pensando en más recetas con gofres, ya tengo unas cuantas que os van a encantar, y curiosamente no son dulces...
- 2 huevos.- 30 grms de azúcar invertido o 20 grms de miel.- 25 grms de aceite de oliva.- 25 grms de salsa de tomate casera.- 100 grms de queso mozarella rallado de Lidl.- 50 grms de queso parmesano rallado.- Una pizca de sal.- 1 cucharadita de orégano.- 1 cucharadita de tomillo.- 1 cucharadita de ajo en polvo.- 50 grms de mantequilla derretida.- 25 grms de leche.- 100 grms de bacon en tiras de Lidl.- 50 grms de tomate seco en aceite.- 200 grms de harina.- 8 grms de levadura química.
Preparación:
Mezclaremos en un cuenco los huevos junto con el azúcar invertido, la mantequilla, el aceite, la leche y la salsa de tomate casera. Una vez que lo tengamos todo muy bien mezclado agregaremos los dos quesos, las especias, el bacon y los tomates secos (estos dos últimos bien troceados). Uniremos todo bien. Finalmente incorporaremos los ingredientes secos tamizados, es decir, la harina, la sal y la levadura. Batiremos todo bien. Calentaremos nuestra gofrera e iremos extendiendo sobre ella cucharadas de nuestra masa hasta que hayamos cubierto toda la superficie del gofre. Cerraremos y los tendremos cociendo durante 4-5 minutos, todo depende del color tostado que queramos.