habrá vuelto a empezar.
La humanidad se ha extinguido, me dirá algún animal; casi nos lleva consigo a la gran sima abisal donde se hundió sin remedio, víctima de su propio mal.
Yo era un humano extinto
antes de fosilizar.
Y subiré a una montaña, y me sentaré a contemplar el mundo virgen de nuevo y el inmenso y limpio mar donde los huesos del hombre, libres ya de todo mal, mudan del blanco al pardo y le dan base al coral.
Y me quedaré allí sentado, gigante de piedra y cal verdeado por el musgo, dándole nido al milano y escondite al alacrán,
yo que un día fui humano. Contemplando el horizonte, gigante por fin en paz.