Sin embargo, antes de este final feliz para los dirigidos por “Pep” Guardiola hubo un lapso donde reinó la incertidumbre, y por ende, la alegría para los “Blues”, dirigidos interinamente por Guus Hiddink (tal como sucede ahora, aunque ahora en el banco está sentado Roberto Di Matteo) quienes en el partido de ida se consagraron como los primeros en hacerle frente a ese gran equipo, antes de que aparezcan apellidos como Sabella o Mourinho. El encargado de esto fue el ghanés Michael Essien, quien con un zapatazo furibundo estableció la ventaja inicial a favor de su equipo. Su gol fue más vistoso que el de Iniesta, sin embargo, la regla del gol de visitante (el Chelsea era local) hizo que éste terminase teniendo muy poco valor.
Más allá del resultado final, no está de más recordar que el 6 de mayo de 2009 hubo un bombardeo en Stamford Bridge, por culpa de Iniesta y Essien, en el que (además de los barcelonistas) los máximos ganadores fueron los espectadores imparciales de fútbol.