Goles Deluxe Retro (I): Denis Law y su cruel gol al United

Publicado el 16 septiembre 2011 por Marianofusco

En el marco de este proceso de reestructuración de Muy Fútbol, inauguramos otra sección nueva, denominada Goles Deluxe Retro. La idea no es la misma que en la habitual columna, en la que desde hace tiempo resaltamos la espectacularidad de un gol. El objetivo ahora, es contar la historia detrás de un tanto, sea este bonito o no. Resaltando su importancia y trascendencia. A continuación te acercamos la primera entrega.

El disputado el 27 de abril de 1974 fue un Derby ciudadano que el legendario delantero escocés Denis Law hubiera deseado no jugar jamás. Old Trafford abría sus puertas y en aquella tarde soleada se celebraba la ultima jornada de la Football League First Division, denominación con la que en aquellos años se conocía a la Primera División del fútbol inglés.

No era aquel un encuentro más, ya que en el mismo no solo estaba juego el honor. El Manchester United ocupaba los últimos puestos en la tabla y necesitaba de una victoria –le valía un empate si es que el Birmingham no triunfaba- ante su odiado vecino para evitar el descenso.

Law regresaba a la que por once exitosos años había sido su casa, aunque esta vez enfundado con la casaca celeste del City, club en el que había jugado a principios de la década del 60’y en el que estaba de regreso ya con 33 años, luego de no renovar su vínculo con el United.

Nacido en Aberdeen, Law transitaba por aquel entonces los últimos años de una carrera formidable en el fútbol, disciplina en la que ya desde joven comenzó a destacarse, iniciándose en 1956 en el Huddersfield Town –equipo al que Herbert Chapman había hecho grande en los años 20’ y que militaba en la Segunda División-, pasando por el City, el Torino y recalando finalmente en el United antes de emprender su regreso a la entidad “Citizen”.

Su fichaje por el United en 1962, realizado en torno a las 115.000 libras, batió los records de transferencia en aquella época. Aun sacudido por el desastre aéreo de Munich, que cuatro años antes había acabado con la vida de muchos de los futbolistas de un equipo destinado a hacer historia, dirigido por el escocés Matt Busby y conocido como los “Busby Babes”, el United se encontraba en pleno proceso de reestructuración.

Busby sobrevivió a dicho accidente y luego de recuperarse totalmente, reconstruyó el equipo en torno a la figura de Bobby Charlton, quien también se había salvado milagrosamente y por ese entonces era el mejor futbolista que existía en el mundo. Llegaron también, además de Denis Law, David Herd y Albert Quixhall, a los que un año más tarde se sumó el genial George Best.

Juntos, Charlton, Law y Best conformaron la celebre unión a la que se conoció como la “Santísima Trinidad”. Y con ellos el Manchester United volvió a sonreír. El equipo ganó la FA Cup de 1963, recuperó su dominio en la Liga alzándose con el titulo en 1965 y 1967 y finalmente obtuvo en 1968, diez años después de aquel fatídico 6 de febrero, la Copa de campeones de Europa al vencer 4-1 al Benfica en el mítico estadio de Wembley. Aquella, fue una final que Law no jugó por haber caído lesionado en semifinales.

Incisivo, rápido, oportunista y letal, Law fue galardonado años antes, en 1964, con el Balón de Oro, premio que posteriormente también obtuvieron Charlton y Best. En sus años con el United, en total disputó 404 encuentros y marcó 237 goles, alcanzando un total de 258 conquistas a lo largo de todas su trayectoria.

En Old Trafford fue la ultima de ellas, dolorosa y cruel, aquel 27 de abril al que al principio hacíamos referencia, día en el que vistiendo los colores del City marcó de taco y terminó por decretar –cierto es también que el Birmingham había ganado y un empate ya no bastaba- el descenso del club que amaba y en el que se había convertido en ídolo.

La angustiante situación por la que atravesaba el United habían hecho de aquel, un encuentro atípico, en el que los nervios pudieron más y no hubo mayor incidencia hasta que a falta de diez minutos para el final el goleador escocés recibió el balón en el área chica y de espaldas al arco desempolvó ese maravilloso recurso que posibilitó el gol.

Inmediatamente sus compañeros fueron a buscarlo para abrazarlo y el, abatido y visiblemente acongojado, no esbozó reacción alguna. No atinó a celebrar y los minutos posteriores al gol deambuló cabizbajo por el campo, hasta que pidió el cambio y fue reemplazado. Había sido aquel, un gol que jamás hubiese deseado marcar. Un gol que aun hoy se recuerda, pero que de todas formas no le impidió seguir formando parte de ese grupo de prodigiosas leyendas del Manchester United.

Aquel gol al United:

Law y sus dotes de goleador: