Golpe al humor

Por Soniavaliente @soniavaliente_

Desde la masacre del seminario Charlie Hebdo en París reírse resulta un poco más complicado. De todo. ¿Se imaginan un atentado similar contra una revista satírica como El Jueves? Los yihadistas lo tenían todo planeado. Esperaron a que fuera miércoles, el día de la reunión de redacción para atentar. El resultado ya lo conocen: 12 muertos.

Da miedo el modo en el que estamos esclavizados por la rutina. Lo fácil que es tenernos controlados. La revista Charlie Hebdo estaba bajo protección policial desde 2006. Año en el que publicaron una serie de caricaturas de Mahoma. No tuvieron miedo. Desde entonces bajo amenaza, bajo el yugo del terror. En 2011 la redacción de la revista fue incendiada. Pudo ser reconstruida gracias a la ayuda de otro icono, el periódico Liberátion.

Ilustración by Bansky

Todos los miércoles desde hacía 9 años un coche patrulla estaba estacionado en la puerta. Este miércoles, no. La planificación de los yihadistas apabulla. Profesionales, profesionalizados, asesinos. El atentado a una revista occidental es todo un símbolo. Un pulso. A un derecho fundamental como es la libertad de expresión.

“No tenemos miedo”, rezaba la pancarta de los manifestantes que el jueves recorría las calles de París. Detrás de ese lema, franceses. De diferente credo y religión. Pues qué quieren que les diga. Ella sí tiene miedo. Y mucho. Estos retrógrados teletransportados del Medievo han venido para quedarse. Son hijos de los 200.000 muertos que la guerra de Siria ha dejado en 3 años y sienten la pasividad de la comunidad internacional como una complicidad silente. Las células durmientes de los acólitos de ISIS están organizadas y son infinitamente más peligrosas que Al Qaida.

“Es duro ser amado por imbéciles” rezaba el profeta tapándose los ojos en la portada del semanario en 2006. Nada más que añadir.