Después de un largo litigio que ha durado nada más y nada menos que 6 años, el buscador queda fuera de las acusaciones de publicidad engañosa y conducta fraudulenta con respecto a su publicidad. Esto podría crear un importante precedente de cara a futuras querellas por similares acusaciones contra este servicio.
En España ya se había dado algún caso de reclamaciones por parte de empresas que, al buscar su denominación en Internet, se topaban con que empresas competidoras y falsificadores se beneficiaban del resultado de las búsquedas con anuncios fraudulentos.
El fallo finaliza la batalla entre el gigante Google y el organismo de control del consumidor de Australia (ACCC) que acusaba a Google de publicidad engañosa por sus anuncios patrocinados.
Ejemplo de anuncios patrocinados
La demanda se basaba en anuncios en los que las empresas anunciantes se hacían pasar por otras marcas, o sugerían servicios que luego no eran reales, pero después del fallo queda claro que Google no es responsable de los errores de sus anunciantes, ya que solo proporciona un servicio de publicidad y no ha creado los enlaces de los anuncios en sí.
A pesar de la sentencia Google ha etiquetado más claramente los anuncios en los resultados de búsqueda de Australia.