En términos puramente económicos, lo cierto es que no: Google compró a una Motorola que tenía unos 3000 millones de dólares en efectivo y casi 1000 millones más en deducciones de impuestos, con lo que la compra quedó en 8500 millones. Tras la adquisición, Google se deshizo de Arris (el negocio de set top box de Motorola) vendiéndolo por 2400 millones, dejando la operación en 6100 millones. Esta venta final por 2900 millones lo deja en 3200. Pero eso no es todo.
Google no vende Motorola por completo, sino que se queda con una de sus partes más valiosas: un porfolio de patentes y tecnología valoradas en unos 5500 millones de dólares, por lo que las cuentas empiezan a salir en positivo. Google no pierde dinero deshaciéndose de Motorola y es posible que hasta logre reforzar Android con la operación. Ampliar en: IT espresso.es