En un post en su Google+, Bradley Horowitz anunciaba el cambio, permitiendo el registro de usuarios a partir de 13 años (excepto en países como España, donde tendrán que tener 14) para ayudarles “a construir relaciones significativas online”, a la vez que les proporcionan herramientas para “reforzar la seguridad así como la expresión de sí mismos”.
Así, los usuarios de entre 13 y 18 años que se unan a Google+ tendrán unas medidas de seguridad y privacidad especiales, que incluyen las alertas cuando se va a publicar algo de forma pública, que tan solo los usuarios en sus círculos puedan contactar con ellos (por defecto), y la desconexión inmediata de un hangout si un extraño se une a él.
“Entre las fuertes protecciones al usuario y los contenidos dirigidos a los adolescentes”, decía Horowitz, “es nuestra esperanza que los jóvenes adultos se sientan en casa (y se diviertan) en Google+“. El post acaba indicando que la red social tiene algo en común con sus usuarios más jóvenes: “ambos estamos ocupados creciendo”.