Sinceramente… Podría haber empezado este articulo como un autentico pedante, soltando algo parecido a… El ex-presidente y ex-representante de Sony Compiuta Enteirteinment, Phil Harrison hizo en la GDC 2019 (Geim Divelopers Conferens) la presentación de su nueva plataforma ssstreiming, Gugol Steidia, la cual… bla,bla,bla… 4K… 60 fps… chorrocientos teraflops… bla,bla,bla… y demás patochadas.
Pero, la verdad es que hasta ayer no tenia ni pajolera idea de quien era este señor que enumeraba las virtudes de su nuevo servicio Google Stadia.
Y como yo, habrá mucha gente que tampoco conozca a este sujeto que hablaba sobre una supuesta evolución lógica de los videojuegos, que por lo visto, es jugar a videojuegos sin videoconsola. Si lo has leído bien, jugar sin videoconsola. ¿Que como funciona eso? Fácil…
Paso numero uno. ¿Vives en Latinoamerica, Asia o Rusia? ¡Ale, machote! sáltate el paso dos, tres y cuatro. Deja de leer, y vete a la tienda a comprarte una videoconsola de toda la vida.
Paso numero dos. Llamas al señor Vodastar y le dices que te enchufen un cable fibra bien gordote.
Biconsejo 1: Si ves que el router empieza a reblandecerse y cuanto te acercas ves puntitos de colores. Tranquilo, la O.M.S dice que no es dañino, lo estas haciendo bien.
Briconsejo 2: Si ves que tu perro araña la puerta por el zumbido que emite. Ni caso, recuerda lo que dice la O.M.S, vende el perro por wallapop… En serio, te vendrá bien ese dinero para pagar facturas.
Ahora el paso numero tres. Contratas el servicio streaming de Google, del cual, igual en verano nos cuentan algo.
Y como ultimo y cuarto paso, vas y conectas cualquier mando USB. Eso es, Stadia es compatible con todos los mandos, no habrá mayor problema en eso, hasta que descubras que el muñeco se mueve como un epiléptico en una rave… Entonces buscas en Internet que significa latencia, y ya vas y te compras el mando blanquito oficial de google, que esta diseñado para ese fin.
¡Bien! Reto conseguido. Ahora ya puedes jugar en cualquier pantalla que se interponga en tu camino; Televisión, Smartphone, Tablet, Pc y hasta en el cajero del Deutsche Bank. Vamos, que estas tardando en tirar tu videoconsola por la ventana. El futuro ya esta aquí. ¡Gracias Phil Harrison!
Esto no ha dejado indiferente a nadie, y después de que este ser de luz nos inundara de hype, toda la prensa especializada se ha hecho eco. A día de hoy Internet ya esta plagado de artículos cargados de palabrería técnica… que si “imput lag” “HDR” “envolvig surround” “clic on play” y demás anglicismos que hacen humedecer las sillas gamer.
¿Que le vamos a hacer? Así funciona el hype… Montas un tinglado donde te apunten todas las cámaras y micrófonos posibles. Sueltas un monologo de carrerilla creando la máxima expectación posible y aprovechas cuando todo el mundo mira embobado una bonita pantalla 4K, para hacer un moonwalker hasta la puerta y desaparecer, cual ninja entre la niebla. Al grito de. -¡Mirar un teraflop¡
Yo hubiera preferido que chillara ¡Hypeo instantáneo! mientras bailaba una coreografía de K-pop con lucecitas de fondo y mucho brilli-brilli, al mas puro estilo Sailor moon. A mi con eso ya me hubiera ganado, pero no, simplemente se subió al púlpito con los brazos abiertos y dijo:
-¡Os traigo el futuro! Esto es lo mejor que se ha inventado desde que le pusieron el palo al Chupachup…
Que yo no digo que no tenga razón; Seguramente sea el futuro, pero el streaming ya existe en el presente. Microsoft ya lleva un tiempo haciendo esto con el Pc y la X-box one. Ahora hasta lo han anunciado para Nintendo Swith. Y Sony por su parte también tiene su servicio homologo, PlayStation Now.
¿Entonces a que viene tanto hype? ¿Sera el pad?… ¿Lo habrá traído del futuro la misma señora de pelo azul con hombreras que anunciaba ese detergente que su blancor te derretía las corneas? Claro, el mando es blanco, ahora todo tiene sentido, seguro que te habla y se propulsa mediante condensadores de fluzo.
Bueno, la verdad es que muy futurista no es… Mas bien, parece un mando normal, con los mismos botones que los demas… Incluso al verlo ahí con un móvil injertado daba como “cosica” tal aberración. Le podrían haber puesto algún led… Yo lo hubiera hecho que pareciera una feria, con luces por todos los lados, en plan… -¡Tomar palurdos, el futuro! Mirar como brilla…
Ah, si lo del Hype, que me pierdo…
¿Sera por el precio? Ah no, que de eso no han dicho nada…
¿Quizá el catalogo? Mmm… Tampoco, no han presentado ningún exclusivo. Solo corrieron dos multiplataformas, el Assassin’s Creed: Odyssey que salio hace mas de medio año en y el DOOM que se espera para este 2019.
Pero, si es que no han dado ni fecha de lanzamiento. Saldrá durante el 2019… Como si hubieran plantado un melón… -Tu déjalo hay que ya saldrá.
Entonces… ¿A que a salido Google a la palestra en este preciso instante a vendernos la rueda, si los que manejan el cotarro en el mundillo de las videoconsolas ya hacen lo mismo desde hace tiempo y lo están desarrollando para la siguiente generación?
No se… Tendremos que cambiar el enfoque, igual así conseguimos darle otro nivel de comprensión al asunto.
Si tenemos en cuenta que las compañías de videoconsolas, llevan tiempo inmersos en una guerra que se va acrecentando conforme se aproximan las sustitutas de Playstation 4 y X-Box one. Yo creo que Google, a parte de querer que suban sus acciones, han salido a hacer una declaración de intenciones. ¿Que a que que me refiero?
La mejor manera de explicarlo creo que seria utilizar un ejemplo. Hacer un símil… Mmm… Una buena analogía seria una guerra en la edad media. Donde existiera una sangrienta batalla entre dos frentes. Con espadas, escudos, lanzas y hordas de barbudos con media cara pintada, subidos a caballo berreando mientras resuenan gaitas de fondo.
Exacto, describir una encarnizada contienda al mas autentico Braveheart style nos ayudara a simplificarlo mucho mejor:
Al ocaso del sol. En medio de la planicie, las tropas del reino Microsoft batallaban contra los aguerridos guerreros del rey Sony IV, entre los alaridos y el sonido que emitían las espadas al chocar, se podía distinguir -!Teraflops! ¡Potencia! ¡4K!
Nintendo “El cartones” se había abstenido de luchar, pues aun se hallaba malherido recuperándose de la soberbia derrota en la batalla de wii-u.
En mitad de la encarnizada contienda un estruendoso relincho hizo que los guerreros detuvieran en seco la sangría y estupefactos alzaron la mirada hacia la cima de una colina sobre la que allí el sol se posaba.
En aquel lugar, en lo mas alto del cerro, se hallaba impávido encima de su corcel, bañado por el dorado crepúsculo Google l “El gigante” ataviado con su plateada armadura contemplando estoicamente el combate.
-¿A que habrá venido? Murmullaban los maullados soldados. -¡Por Dios! Es enorme, que no desenvaine su espada. Rezaban atónitos.
Esa era la clase de temor que infundia el rey Google I y su inmensurable ejercito sobre sus oponentes, que ya eran conocedores de las leyendas que sobre el se relataban.
El rey Google desmonto su cabalgadura y toda la planicie suspiro de alivio.
-Chsss, chsss, silencio, va a hablar. Farfullaban nerviosos.
El silencio se expandió por la llanura. Pero Google I no dijo nada; No abrió la boca. Solo se aparto hacia un lado la escarcela y saco, a la par del unisono clamor de el publico, un enorme manubrio que balanceaba cimbreante a la altura de la rodilla mientras el sol reflectaba en el. Fue entonces, en ese preciso instante mientras contemplaban aquel inmenso cimbel bamboleante cuando hasta el mas necio comprendió a que había ido el rey Google allí.
-¡A venido a follarnos! Asumieron todos abatidos.
Así es… Esta importante sacada de chorra por parte de Google justo ahora que termina la generación esconde un mensaje subyacente, un sutil anuncio que aunque no fuera destinado a el consumidor estándar y mas bien fuera para sus competidores a poco que rasques aflora a la superficie.
Asi que, recapitulando… mientras Phil Harrison entonaba -¡Chorroflop!, ¡GPU¡, y demás mamarrachadas lo que realmente estaba diciendo era… (Lease con la voz de Constantino Romero)
-Vais a ser mis putitas, da igual que opongáis resistencia, os voy a follar a todos.
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