Comprar o vender. Es la pregunta que ronda la cabeza de muchos inversores de Apple y Google tras ver su cotización, con curvas de vértigo. Hace seis meses, la firma de la manzana marcaba su máximo en 705 dólares (542 euros) la acción con la presentación del iPhone5. Lo logró tras una espectacular remontada que le afianzó como la compañía más valorada de Wall Street, a la que siguió un desplome de la misma intensidad. Con la compañía del buscador pasó justo lo opuesto.
La ley de la gravedad también se aplica al parqué, donde los valores se mueven por la percepción. Si hace un año Apple era la niña bonita, su lugar lo ha tomado este año Google. Su antigua socia frente al dominio de Microsoft es ahora su gran rival en la era de la movilidad. La firma de Tim Cook ha perdido casi un 23% de su valor en seis meses y llegó a hundirse a principios de marzo más de un 60% con respecto a su cota máxima de septiembre. Mientras, la corporación de Larry Page se ha apreciado un 20% en un semestre.
El fabricante del iPhone y del iPad cree que es el rey, pero en un mercado abarrotado y donde el sistema operativo Android es la plataforma dominante. Google es además la líder indiscutible en el negocio de la publicidad electrónica gracias a su buscador y ahora a su ecosistema de dispositivos.
Si hace un año Apple era la niña bonita, su lugar lo ha tomado este año Google.
El nuevo máximo de Google está en los 844 dólares la acción (650 euros), que marcó a comienzos de mes y que le consolida como la tercera mayor firma cotizada por detrás de Apple y Exxon Mobil. Algunos analistas, como los de Crédit Agricole y Stanford Bernstein, ven los 1.000 dólares (770 euros) muy cerca, aunque en las últimas dos semanas perdiera algo de fuerza. Es el mismo valor que daban el pasado otoño para sociedad que capitanea Tim Cook, cuyos títulos bajaron el 4 de marzo a un mínimo anual de 419 dólares (322 euros).
Aunque, tras esta escalada, Google corre el mismo riesgo de desplome que Apple (que ahora mantiene el valor por la posibilidad de que reparta más dividendos) los inversores la ven como la compañía que está en este momento mejor colocada para sacar tajada a una realidad que rota en torno al móvil. Al dinero le gusta apostar por las tecnológicas y a la vista de las curvas enfrentadas parece que los inversores están cambiando continuamente los huevos de una cesta a otra.
Google empezó a cotizar en agosto de 2004 con un precio de salida de 85 dólares (65 euros) la acción. Un año después se pagaba a 300 la unidad. Desde su estreno se revalorizó un 670%. Y si lo que se toma como punto de partida es el estreno de Google, la remontada de Apple es mucho mayor, del 2.630%. Pero todo depende del momento en el que se haya entrado. En la relación precio-ganancias, otro factor para valorar a las firmas cotizadas, el ratio para Google es de 17,3 puntos frente a 9,2 puntos de Apple. Es decir: el fabricante del iPhone tiene margen para recuperarse si es capaz de volver a impresionar.
Tim Cook repite que no gestiona la compañía con la visión a corto plazo. Pero sabe que para crecer necesita sorprender con un nuevo producto que mantenga el entusiasmo y que mire más allá del negocio de la telefonía móvil. El iPhone es su arma, al generar más de la mitad de los ingresos, pero también su vulnerabilidad. Y la surcoreana Samsung, aliada de Google, está utilizando toda su artillería para que el Galaxy domine. - ElPais.
Análisis de los mercados financieros BVL y NYSE