A menudo las cosas no son como nos las cuentan. En ocasiones, están rodeadas de prejuicios y estereotipos que nada tienen que ver con la realidad. Tampoco ayuda el hecho de no tomarse el tiempo o las molestias de acercarse a conocer esa realidad y comprobar hasta qué punto es falso aquello que nos contaron. Con Alemania me ocurrió algo así.
Llevaba tiempo queriendo escribir sobre aquellos mitos que, en numerosas ocasiones, se nos venden a los españoles sobre este país. Reconozco que más allá de Merkel, sus medidas de austeridad y el Oktoberfest no conocía demasiados detalles sobre la cultura germana. Sí me eran familiares algunas películas y grupos de música. Sin embargo, como he contado en varias ocasiones, no era un país que me interesara demasiado y nunca estuvo en mi lista de destinos en los que vivir.
Así que, sobre eso va el post de hoy, sobre los típicos tópicos del país de Goethe. Pero no soy la única que da su opinión al respecto. Una vez más, varios bloggers hispanohablantes nos hemos organizado en un nuevo Blogparade. Esta tanda, la ha puesto en marcha Rocío, del blog Romundeando y nos pregunta sobre los estereotipos que se tienen sobre los alemanes. ¿Son ciertos o no?
Estereotipos que creo que no se cumplen:
- El civismo: Es verdad que, en general, los alemanes respetan los turnos y el espacio del otro. ¡Incluso en una discoteca! Hasta que se dan circunstancias concretas como estar en la cola del super, la del tren o la del Wochenmarkt. Entonces, parece que pensarán aquello de "tonto el último" y antes de que te des cuenta, se te habrán colado.
- La puntualidad: ¿Sabes esos cinco o diez minutos de cortesía que, a menudo, se conceden en España? Pues aquí son inexistentes. Obviamente, hay de todo y no es lo mismo un contexto informal que uno profesional o, más serio. Aunque todo cambia cuando tienes que viajar con la Deutsche Bahn, la red ferroviaria de Alemania. Rara es la vez que no hay cualquier tipo de problema y el tren llega más tarde de lo previsto. Y no me refiero a unos minutillos. En una ocasión, por ejemplo, estuve a punto de perder un avión debido al tiempo de demora.
- El carácter frío y distante: Cuando conté que me trasladaba a vivir a Alemania una de las frases que más me repitieron fue lo que me costaría hacer amistades con alemanes. No ha sido así. Desde que llegué he tenido la suerte de encontrar a gente muy cariñosa, que me ha ayudado en un montón de aspectos. Simplemente, tardan un poco más en abrirse pero, cuando lo hacen, se vuelven amigos incondicionales.
- La falta de humor: Otro de los grandes tópicos sobre los alemanes es que no tienen sentido del humor. Es completamente falso, aunque es muy diferente al que gastamos en España. Suele tener muchos juegos de palabras, críticas cargadas de cinismo o, sencillamente, chistes malos. Reconozco que aún no le he pillado el tranquillo.
- La corrección y la ética: A los españoles se nos vende la imagen de una Alemania perfecta, que hace siempre lo correcto y sigue las normas a rajatabla. Es cierto que, generalmente, es así. Por eso no verás a la gente cruzando el semáforo en rojo, pese a que no circule ningún vehículo por la calle. Pero no siempre es así. También existen casos de corrupción, abusos infantiles por parte de la iglesia, robos y timos.
Estereotipos que creo que se cumplen:
- La burocracia: Es otro de los aspectos que más se mencionan al hablar de Alemania. Y considero que es completamente real. En España no vamos mal servidos con eso de hacer papeles y tener que ir de una oficina a otra. Pero aquí, adquiere otro nivel. Hay que hacer papeleo y adjuntar documentación para cosas que jamás sospeché. Para una cita médica, para obtener la clave Wifi de tu centro de estudios, para visitar una casa, para alquilarla... Y un montón de cosas más.
- La falta de improvisación o cambio: Coloquialmente se dice que los alemanes son cuadriculados. Y en muchas ocasiones puede que lo sean, al no plantearse las reglas. Simplemente las siguen. Aunque, a veces, carezcan de toda lógica o haya otras alternativas más adecuadas para esa situación. Por ejemplo, una vez estuve en una consulta médica porque había utilizado un buscador para localizar a un especialista que hablará español. Cuando llegué, expliqué mi caso y me dijeron que allí no había ningún médico que hablara español. No obstante, me hicieron rellenar toda la documentación y me pidieron mi teléfono y mis datos. Obviamente, jamás me llamaron para una cita, pero mi visita quedó registrada.
- La organización: Bien sea en un ambiente laboral, bien en uno más informal, muchos alemanes organizan su agenda con varios meses de antelación. Y los viajes. Una tarde con amigos estuvimos hablando de una escapada que pensábamos hacer a Dresden y de la que sólo habíamos comprado los billetes. Aún nos faltaban dos meses para ir, pero ellos no salían de su asombro al no ser capaces de contestar preguntas tan básicas como qué vais a ver cada día.
- El reciclaje: Este es un aspecto que me ha sorprendido bastante. En general, los alemanes están muy concienciados con el medio ambiente, el respeto de la naturaleza y, por lo tanto, con el reciclaje. Aunque, ahora que vivo en Colonia, mi percepción ha cambiado un poco. En nuestro edificio, por ejemplo, no existe un cubo para residuos orgánicos y, he de reconocer, que me disgusta bastante.
- Los remedios naturales: Al poco de trasladarme, leyendo otros blogs de expats, me chocó ver que muchos comentaban el tema de la homeopatía o los remedios con hierbas para aliviar enfermedades. Me llamó la atención porque, en Alemania, hay un montón de farmacias, pero tras haber tenido que visitar al médico por alguna que otra dolencia, puedo afirmar que, en ocasiones, las recetas no son medicamentos, si no preparados naturales.
Como siempre, escribir sobre estos temas resulta un poco complicado porque no todos los alemanes son de una u otra manera. Puede decirse que hay determinados valores que se comparten, como ciudadanos del mismo país. Pero cada persona tiene su idiosincrasia y su personalidad. ¿O todos los españoles somos exactamente iguales? Pues hay de todo. Como en todas partes 🙂
Y tú, ¿con qué mitos alemanes conoces?, ¿crees que son ciertos?
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